Hace varios años que la industria se obsesionó con la recreación de nuevos tipos de personajes y familias, sin embargo, son reversiones de las reversiones de las versiones antiguas. Claro está que las series se están posicionando hace bastante tiempo como una industria lucrativa y atrayente, cosa que beneficia a las producciones mismas y a nosotros-los viciosos seriefilos-que no respiramos sin nuevos episodios.
Tardé tiempo en ver Modern Family, ya que justo se me ocurrió verla cuando estaba en boga la ley que restringía compartir contenidos por internet de forma ilegal, así fue como solo encontraba la serie doblada y creo que parte de la magia de ver a la favorita de los Emmys, es el acento exagerado de Sofía Vergara. Me divirtió ver las aventuras y mas desventuras de los Prichett, porque al final del día ¿Quién no conoce a una obsesiva como Claire? ¿A un ‘Peter Pan» como Phil? ¿A un ‘viejo chico’ como Manny?. Lo que debemos tener presente es que fueron fórmulas usadas en The nanny, Married with children, The middle y varias sitcoms. No es de extrañar que uno siga consumiendo ese tipo de producciones, porque el concepto de «familia disfuncional» está mal utilizado al atribuirle tintes negativos: no sé si exista realmente la familia funcional o normal, al tratarse de una mixtura de personas que pueden o no compartir ADN, personalidades y rasgos físicos.
Modern family atrae por la rapidez, los guiones y el castingde los actores, pero quizás los galardones de los Emmys recien pasados fue una exageración, ya que todos coincidimos en que no es el mejor momento productivo de la serie y que los premios puede que tengan relación con el cariño a Modern family o con la simple nueva tradición de que gane como mejor comedia.
Por otra parte, una serie más «under»-o quizás de un público más determinado-como The fosters puede que nunca llegue a las grandes ligas de ganar un Emmy, aunque ha tenido buena recepción de la audiencia, al retratar una familia homoparental compuesta por dos madres y muchos hijos adoptivos, mezclando lo que fue The L word con series juveniles como The O.C., Dawson’s Creek y One tree hill. A diferencia de Modern family, es un drama-aunque no es tan dramático-donde normalizan las luchas actuales de la comunidad homosexual y de la adopción, donde hay una niña rebelde que va de reformatorio en reformatorio que al final tiene un buen corazón al llegar a la casa adecuada. Sí, es una serie muy muy juvenil-pertenece a ABC family-pero aún así engancha por el mosaico de personajes que existen.
No sé si sea decepcionante decir esto, pero como se han hecho tantas series, puede que no alcancemos a ver algo ‘nunca antes visto’, pero está la esperanza de que las producciones tengan historias viejas pero con almas nuevas.