Tyrant, la democracia dentro de la tiranía
Hemos leído, desde bastantes años, los conflictos que atraviesan diversos países del medio oriente. La guerra, la violencia y las dictaduras se han tomados más de algún país en el otro extremo del mundo donde solamente vemos la destrucción que ocasionan diversas acciones bélicas. Tyrant es la serie que nos muestra este mundo desde la perspectiva oficialista.
Después de 20 años alejado de su país natal. Bassam “Barry” Al-Fayeed decide regresar a su las tierras del medio oriente que lo vieron nacer. Su alejamiento no es fortuito: Bassam es el hijo del dictador/presidente de Abbudin. Bassam debe lidiar con la repentina muerte de su padre y su sucesor en el poder: Su hermano mayor Jamal, un hombre sin códigos, vividor y descarriado a quién el poder lo embriaga y nubla. Bassam deberá tomar decisiones que le harán reflotar su pasado.
El planteamiento de la serie no deja de ser atractivo: ver una dictadura militar desde dentro, el conflicto de Bassam con su pasado y la burbuja en la que vive en EEUU, las diferencias obvias entre un sistema democrático y uno que, como este, no lo es, la reacción del pueblo que se organiza contra el dictador, los extremismos religiosos, el apoyo relativo del gobierno de los USA. Medio Oriente no es un lugar desconocido para su creador, Gideon Raff , quien es uno de los responsables de la conocida Homeland.
Tyrant narra en sus 10 episodios como se puede llevar a cabo un supuesto proceso democrático en una país que ha vivido por años convulsionado dentro de guerras internas, de como los llamados “países poderosos” (EEUU) son capaces de lo que sea para poder llevar a cabo sus “misiones de paz” cuando, en realidad, no tienen mucho de libertarias.
El mayor problema de Tyrant es querer parecer una telenovela, un culebrón de ambición, poder y algo de violencia en pequeñas dosis semanales. Algo que se va desarrollando a lo largo de sus episodios, hay tramas que podrían tener mejor desarrollo pero se van quedando ridículamente en el camino (como la supuesta homosexualidad del hijo de Bassam en un país donde es visto con muy malos ojos). O la hija de Bassam que no tiene mayor motivo en la historia que… estar ahí. Los clichés del mundo árabe abundan por todos lados y, para cerrar, ver a personajes de origen árabe hablando ingles entre sí no deja de ser un poco ridículo.
A pesar de todo, Tyrant es una historia correcta que logra hacer pasar un momento entretenido si no esperas una serie profunda o de esas que son alucinantes. Es una serie entretenida y punto, pero que no logra sacar el jugo a una historia jugosa.
Tyrant se puede ver los miércoles a las 22 hrs. por FX.