La ciencia pareciera estar destinada solo a personas con las capacidades intelectuales adecuadas para sobrellevar este conocimiento, para entenderlo y para poder utilizarlo. En cierta medida es verdad, pues un científico debe preparase para realizar la mejor lectura y análisis de lo que tiene en sus manos, pero ¿debemos dejar que los científicos se encarguen de definir los parámetros que construyen nuestra realidad? ¿Qué hay de nosotros? ¿Nos hemos preguntado alguna ves qué hubo antes del tiempo? ¿Cómo es posible que estemos aquí y ahora? No les ha pasado que de un momento a otro se dan cuanta de su propia existencia, preguntándose ¿Por qué estoy viviendo este momento?, es una sensación extraña.
Acercar la ciencia a todos, democratizar el conocimiento e incentivar a los futuros científicos es la misión de esta extraordinaria serie de la National Geografic llamada Cosmos: A Spacetime Odyssey, estrenada en marzo del 2014 y transmitida por TVN en septiembre del mismo año, actualmente se encuentra disponible en Netflix.
Cosmos hace un maravilloso recorrido por la historia universal desde sus inicios hasta la actualidad observando siempre, con visión de futuro, desde la interrogante ¿Hacia dónde vamos?… Claramente una respuesta difícil de encontrar.
Hace un tiempo me topé con esta serie, vi el primer capítulo y mi reacción inmediata fue “tengo que ver esta serie con mi hijo (4 años)”… vimos el primer episodio y se enganchó a tal punto que la escena al llegar del trabajo “papi veamos Cosmos” se volvió recurrente. Planetas, hoyos negros, estrellas fugaces, la vía láctea, el ADN, la evolución, el nacimiento del método científico, el uso de la electricidad, ¿de dónde viene la plomería?, el efecto invernadero del que somos responsables, los átomos, el espectro electromagnético, la gigante roja como nuestro futuro sol, las primeras civilizaciones y su interpretación de las estrellas, las grandes extinciones, los microorganismos inmortales, las comunicaciones, la mujer científica, el mapa cósmico y la nave de la imaginación. ¡La recomiendo a ojos cerrados!, principalmente a ellos que están formando sus mentes para el futuro y de los que debemos preocuparnos ahora, los niños.
Generar pensamiento crítico es la clave, no aceptar todo como la verdad absoluta cuestionando con opinión y debatiendo con argumentos… que bonito sería que en la sala de clases los niños fueran capaces de cuestionar a los profesores para llegar a una verdad no impuesta, sino consensuada, pero bueno ese ya es otro tema.
“La Nave de la Imaginación” es el motor que nos permite viajar por todo el cosmos para buscar la verdad, es como una TARDIS 2.0 (ya que no solo puede viajar por el espacio-tiempo sino que también puede cambiar de tamaño hasta atravesar los átomos) pero sin nuestro querido The Doctor, ya que el navegante tiene nombre y no es un alienígena que cambia de forma (¿o tal vez…?). El Astrofísico Neil deGrasse Tyson es el encargado de abrir nuestras mentes y lo hace de forma integradora, siendo el primero en maravillarse y trasmitir su pasión por el cosmos hacia el espectador compartiendo ese sentimiento.
Con efectos visuales de gran factura se nos relata un cuento, como si nos juntáramos un grupo de amigos a comentar aventuras alrededor de una fogata, manteniendo nuestra atención constante en la voz narradora. Algunas animaciones nos ayudan a reconstruir los pasajes más importantes del desarrollo científico, lo que considero un acierto como recurso para llamar el interés de jóvenes y niños.
En cierta ocasión me llegué a preguntar si la cantidad de información era demasiada para un niño pequeño, pero después de hablar con mi hijo me di cuenta que ellos se quedan con conceptos e ideas sobre lo que más le llamó la atención y eso considero que es muy importante, ya que no es la finalidad el crear niños superdotados expertos en materia científica, sino que dejar en ellos “algo”, que sea lo que sea será impagable.
Espero puedan ver esta increíble serie documental que ha sido premiada en múltiples ocasiones, yo por mi parte, tengo el compromiso de ver con alguien el último capítulo.
El programa está disponible en Netflix