Hace unas semanas se estrenó en Neftlix la segunda temporada de su primera serie animada: BoJack Horseman. Esta es la historia de un caballo llamado BoJack (Will Arnet – Arrested Development) que se hizo famoso en una sitcom de los años ochenta, pero que en la actualidad es una estrella en baja sin trabajo, que vive de sus glorias pasadas. Este caballo vive en su mansión en Los Ángeles y tiene como “compañero de casa” a Todd (Aaron Paul – Breaking Bad), un vago que se instaló en su casa y nunca se fue.
En la primera temporada, BoJack trata de relanzar su carrera actoral publicando su biografía. Para ello usa una “escritora fantasma” llamada Diane (Alison Brie – Community), a través de la cual podemos conocer más sobre la personalidad de BoJack, sus miedos y sus ambiciones. Al mismo tiempo, el caballo empieza a enamorarse de ella. El problema es que Diane es pareja de su enemigo, Mr. Peanutbutter, y esto traerá más de un problema durante la serie.
Por otro lado, la agente de BoJack, Princess Carolyn, le conseguiría el papel ideal: realizar la biopic de Secretariat, corredor héroe de su infancia.
Si la primera temporada sirvió como preámbulo y se vislumbraba potencial, la segunda es la confirmación y consolidación de la historia y sus personajes, mostrando la profundidad y madurez de BoJack, y un mayor protagonismo de las tramas de los secundarios.
Durante los 12 episodios de esta segunda temporada veremos a un BoJack Horseman que busca su destino, el significado de la vida y trata de dejar atrás los reproches del pasado (problemas con su madre y el afán de siempre caer bien a todos) para enfocarse en su felicidad. Aunque haya logrado el papel de su vida representando a su héroe, se siente vacío y no puede realizarse como actor de verdad: se corta de la película una escena polémica entre Secretariat y Nixon, y el guión y dirección de la película cambian. A raíz de todo esto, BoJack abandona la filmación y escapa en busca de un viejo amor no correspondido.
Al volver, BoJack se entera de que la película se ha terminado sin él, utilizando tecnología para sustituirlo; se han usado imágenes de él de computadora en toda la película, ya no queda nada de su propia actuación y se anuncia que la película peleará por los premios del cine el año siguiente (podemos tomar esto como una crítica a la actual moda en Hollywood de darle mucha preponderancia a la tecnología en las películas).
Diane, después del lanzamiento de la biografía de BoJack, se integra a la película de Secretariat como asistente (ella también había escrito la bio del famoso corredor), pero tampoco se siente plenamente realizada y empieza a tener dudas de su relación con Peanutbutter. Decide aceptar una oferta de trabajo para irse con un filántropo a Cordovia para escribir su libro, pero en el camino se da cuenta de que es un egocéntrico, pedante y sin sentimientos. Por otro lado, tampoco quiere volver con su novio a su vida anterior, así que tendrá mucho que resolver.
Princess Carolyn busca también su lugar en la vida y decide arriesgar toda su carrera lanzándose con su propia agencia de representantes. Para conseguirlo, terminará relaciones amorosas buscando no depender más de un hombre y ser completamente independiente.
Por su parte, Todd intentará salir de la vagancia dándole un sentido a su existencia y decide meterse en un grupo de improvisadores que resulta ser más una secta (una mirada sarcástica de la cienciología).
En esta temporada tendremos historias hilarantes, como el capítulo que se centra en el nuevo programa de Mr. Peanutbutter, dirigido por JD Salinger («El guardián entre el centeno») o el que presenta una crítica a la impunidad de la que gozan ciertos personajes, como vemos en la actualidad con el caso Bill Cosby.
Tal vez el humor dejó su espacio para un poco de drama, pero se agradece si queda un producto redondo como el de esta serie. Ya se confirmó una tercera temporada, así que tendremos más historias de este caballo y su mundo loco que combina humanos y animales conviviendo en una serie animada.