[REVIEW] Castle 8×14 – GDS

ADVERTENCIA: LA PRESENTE RESEÑA CONTIENE SPOILERS DEL CAPÍTULO DE ESTA SEMANA.

El episodio de esta semana es una montaña rusa de emociones, el cual tiene directa relación con lo ocurrido en el capítulo anterior: And Justice for All, y que trata de dar respuestas a uno de los nuevos «arcos argumentales» de la serie. Además, tiene el privilegio de contar con dos invitados especiales de lujo.

Como pudimos apreciar la semana pasada, Castle decide viajar a Los Angeles a encontrar respuestas a la desaparición que experimentó hace casi año y medio, hecho que forma parte de una de las nuevas «mitologías» de la serie, la cual pasaremos a profundizar a continuación. Pues bien, en el episodio final de la sexta temporada (For Better or Worse), Rick y Kate contraerían matrimonio. Lamentablemente para ambos, Rick no pudo llegar a la ceremonia dado que fue interceptado por un vehículo blindado camino a ella. Por información que pudimos obtener a lo largo de la séptima temporada, descubrimos que Castle estuvo desaparecido por 2 meses, lapso del cual no tiene recuerdo alguno, pero que él mismo decidió olvidar para proteger a sus cercanos. Dado que hay más dudas que certezas, y gracias a los flashblacks que tuvo en el capítulo pasado, Rick se da cuenta que no estuvo todo el tiempo en Asia, sino que también permaneció en Estados Unidos. Es por eso que decide emprender rumbo junto a su hija, Alexis, y Hayley, para obtener respuestas.

Ahora bien ¿cómo se conecta esto con el episodio de esta semana? Resulta que al llegar al hotel, Castle recibe una misteriosa carta que proviene de la GDS o en español «Sociedad de Grandes Detectives», la cual lo invita a formar parte de su selecto grupo dado que se ha creado una vacante. Lo que no sabe es que el cupo lo dejó Phillip Harris, la «víctima de la semana», hallado muerto en el cementerio de Los Angeles con un corte en la garganta y a quien, además, le fue arrancado el corazón (literalmente). Harris habría descubierto a un asesino en serie llamado «El Fantasma», que no sólo operaba en LA, sino también en Nueva York, lo que lo habría llevado a la muerte. Por dicho motivo es que la GDS, cuyo presidente es Mason Wood, (Gerald McRaney, Raymond Tusk de House of Cards), decide hacer competir a Castle junto a otra prometedora investigadora, llamada Kendall Frost, (Summer GlauFirefly; probablemente la recuerden por el chiste de Howard Wolowitz «It’s hot in here, it must be Summer») por el puesto en dicho grupo de élite.

Las pistas indicarían que el sospechoso se encuentra relacionado con un estudio cinematográfico de LA, el cual estuvo a cargo del rodaje de la adaptación la última saga escrita por Castle: Nikki Heat.

En el capítulo podemos ver, entonces, cómo se las arreglan Castle y Hayley para poder sacarle ventaja a Kendall para quedarse con la membresía, con pasajes a ratos cómicos. Sin embargo, creo que no se le pudo sacar mayor provecho al peso de las estrellas invitadas, lo cual se debería al arco central del capítulo: la desaparación de Castle.

Volviendo a ese tema: Castle llega al restaurant que aparecía en sus flashbacks, en el cual poca información puede obtener. La gran pista que obtiene es un reloj que dejó empeñado, por no tener dinero para pagar. Por su parte, Alexis, hija de Castle, recopila información por su cuenta, obteniendo como pista importante los datos de un ex miembro de fuerzas especiales. Al comentarle a Hayley de su hallazgo, ella le aconseja que lo deje de lado y no le diga a su papá, dado que «por alguna razón, él quiso olvidarlo». Sin embargo, Alexis decide ir en búsqueda de la información por su cuenta y recibe una gran sorpresa: Hayley conocía al ex agente que estuvo involucrado en la operación.

Tras esto, Hayley decide conversar con Castle respecto a la información anterior. Resulta que Hayley conocía al padre de Castle, el cual es agente secreto, el que le habría encomendado echarle un ojo a su hijo ya que «estaba metiendo sus narices donde no debía». En principio, Castle habría formado parte de una operación de la CIA como incógnito, pero una vez finalizada la misión y luego de haber estado 2 semanas en Tailandia, decide no seguir las instrucciones y dirigirse a Los Angeles. Para poder tener vigilado a Castle, Hayley decide poner un GPS en el reloj que empeñó, pasando varios meses sin saber de su paradero. Pese a lo anterior, Castle queda con la duda de qué habrá sido lo que lo impulsó a hacer lo que hizo (o qué tan terrible era). Ante la insistencia, Hayley dijo que tenía algo que él le había entregado en caso que quisiera seguir indagando: una «bóveda virtual» en la deep web de la cual sólo él conocía la contraseña. Al dar con la clave se encuentra con un video de él mismo en el cual se advierte a su yo del futuro lo estúpido que ha sido al abrir esta «bóveda», dado que lo que estaba haciendo en Los Angeles está directamente relacionado con LOKSAT (el arco argumental de esta temporada) y el Senador Braken, el cual estuvo detrás de la muerte de la madre de Beckett, investigación que le costó un balazo. De este modo, se da cuenta de lo peligroso que fue su actuar, dado que él se considera el responsable de la muerte del ex equipo de Beckett en Washington y otras personas más que estaban tras la pista de la entidad.

Como vemos, Castle se entera que él fue el que gatilló el efecto dominó, y que aún no se sabe si todas las piezas cayeron o si aún quedan algunas por caer. Al parecer, la ignorancia es dicha.