[OPINIÓN] La monetaria disputa entre Marvel y Netflix

2014. El anuncio del acuerdo entre la toda poderosa Marvel y el ascendente Netflix para la producción de cinco series de televisión con superhéroes urbanos, culminando en un crossover, pronto abrió una bella sonrisa en los fans de cómics. No sólo por la oportunidad de finalmente dar una versión convincente de Daredevil, después de su trágica encarnación por Ben Affleck, pero también por el espaldarazo dado a personajes underground de la Casa editorial, pero con una base de fans fieles: Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist

2018. Después de tres temporadas bien recibidas por público y crítica, Daredevil es cancelado por Netflix. Antes de esto, Luke Cage y Iron Fist tuvieron el mismo destino, cada una con dos temporadas. Sólo Jessica Jones y The Punisher sobrevivieron, al menos por una tanda más de episodios. ¿Hasta cuando? nadie sabe.

En apenas cuatro años, el audaz proyecto en establecer un universo compartido Marvel en las series de Netflix, integrado con la animada franquicia cinematográfica, naufragó. El por qué de esto pasa no sólo por la popularidad y la narrativa abordada en cada una de las series, sino especialmente por el contexto económico que las rodea.

En el segundo semestre de 2019 Disney, dueña de Marvel, lanzará su propio servicio de streaming llamado Disney+, que promete no sólo reunir todo el contenido de la Casa de Mickey como películas y series exclusivas: entre las novedades están previstas series, protagonizada por Loki, interpretados por Tom Hiddleston. Es decir, a partir de 2019 el mercado de series de superhéroes en el streaming ganará una competencia pesada, con la frescura de la novedad y el innegable impulso de ser estar realmente conectada con el Universo Cinematográfico Marvel.

Se suma a esto el hecho de que, por más que tenga el derecho de producir nuevas temporadas de todas las series ya lanzadas, cada nueva temporada de episodios, Netflix necesita pagar una tasa a Marvel por el uso de los personajes. Consciente de tal situación, el gigante del streaming cada vez más ha invertido en contenido propio donde posea el 100% de los derechos. Así fue con la adquisición de Las Crónicas de Narnia, de todos los libros escritos por Roald Dahl -incluyendo los populares La Fábrica de Chocolate y Matilda– y también de Millarword, poseedora de los cómics creados por Mark Millar, que resultará en películas y las series originales de la empresa.

Esta iniciativa no sólo pretende aumentar los beneficios a cada nuevo proyecto sino, también, tener control absoluto sobre sus rumbos y, aún, una posible facturación extra con juguetes, camisas y todo tipo de memorabilia. Es decir, la cancelación de Daredevil, Luke Cage y Iron Fist no es una decisión puramente creativa, también tiene una fuerte influencia económica. Ante esto, poco importa la buena repercusión que la reciente tercera temporada de Daredevil tuvo, junto a público y crítica. Todo es un tema de dinero.