Decir que nadie sabe qué esperar de The OA es un eufemismo. La trama ha conseguido atraer a un grupo de fans leales (y ruidosos) con una historia completamente surrealista, llena de metáforas y mitologías que han convertido en locas las teorías en todas partes. Después de una espera de tres años, la segunda temporada llegó con algunas respuestas. Y ponemos énfasis en la palabra «algunas», ya que los creadores Brit Marling y Zal Batmanglij no tuvieron miedo de hacer su historia aún más ambiciosa. Y créanme, no hay límites para el Ángel Original.
La nueva temporada comienza (¿adivina qué?) con algo inesperado. El público comienza a seguir una nueva historia, donde el detective privado Karim (Kingsley Ben-Adir) investiga la desaparición de una joven. Sólo media hora más tarde, este complot conecta con el viaje de Prairie. Pronto se revela que los movimientos funcionaron y la protagonista se fue a otra dimensión. Ahora, ocupa el cuerpo de una versión diferente de sí misma, llamada Nina Azarova, y no tarda en encontrar a Hap (Jason Isaacs) y a los amigos secuestrados por el villano.
Algunos pueden sentirse incómodos con el enfoque de los primeros episodios sobre el misterio de Karim, pero es necesario entender cómo la serie se enfrenta a un gran desafío al equilibrar tres narrativas en el mismo viaje (que se sitúan en dos dimensiones diferentes), que vale la pena recordar. Después de todo, la serie sigue el desafío de los jóvenes amigos y de BBA (Phyllis Smith) de entender lo que le pasó a su inspiradora musa. Así, al tratar de interconectar estas historias (y dar profundidad a los que acaban de llegar), la temporada presenta un ritmo irregular, aunque algunos aspectos son capaces de mantener el interés del espectador.
Dicho esto, nadie puede quejarse de la creatividad de The OA. Para bien o para mal. Si la trama comienza como una especie de thriller que camina con cautela, la mitad de la temporada se convierte en ciencia ficción surrealista, que trata de expandir la mitología vivida por Prairie. Sin dar más detalles, todavía es posible percibir inspiraciones en obras de terror, al mismo tiempo que un dibujo inteligente de un guión que utiliza el prejuicio de la sociedad contra el propio público.
The OA hace un trabajo exitoso de expandir su mitología e incluso logra equilibrar los tres arcos de una manera razonable. Sin embargo, ya no queda tiempo para desarrollar sus personajes, por muy cautivadores que sean. Entre los recién llegados, sólo una parte de la historia de Karim se revela para añadir complejidad al investigador, mientras que otras novedades terminan siendo bastante olvidables. A su vez, los jóvenes discípulos de Prairie tienen poco espacio en la pantalla, ganándose sólo una breve reverencia cada uno para tratar de profundizarlos, sin mucho éxito.
Cuando las diferentes narraciones se conectan, los últimos minutos de la temporada dan otro giro sorprendente, capaz de provocar reacciones diferentes en el espectador. Cualquiera que sea su opinión, es algo audaz que promete traer una tercera temporada completamente diferente si la serie se renueva. Podría ir muy bien. O muy mal.
Honestamente, The OA nunca se propuso ser una historia racional. Mezcla diferentes elementos de los géneros narrativos para aportar metáforas sobre la sociedad actual, que no siempre se entenderán; sin embargo, la serie nunca deja de aportar una experiencia única al público y diferenciarse de cualquier otro programa existente en la actualidad. ¿Estamos ante una de las obras más brillantes o locas de la televisión? Nadie lo sabe. Es el viaje lo que importa.
¿Dónde ver The OA?
La serie está disponible en Netflix.