[REVIEW] Dead To Me: Comedia del duelo

El dolor es probablemente un tema inagotable para los escritores de la pequeña pantalla. No se trata de una crítica, sino más bien de una afirmación: desde el otoño pasado, hemos podido identificar una serie que convirtió la pérdida de un ser querido en un negocio. Pensamos en el excelente pero poco accesible Kidding, el más humano Sorry For Your Loss, el congelante The Haunting of Hill House o en la comedia negra After Life… Esta tendencia se desborda hasta 2019, como lo demuestra la llegada de Dead to Me.

En este nuevo drama hecho en Netflix, es el turno de Jen de llorar a su marido. Esta agente inmobiliaria de temperamento fogoso acaba de perder a su marido, que murió en un trágico atropello con fuga mientras corría de noche. Al final, decide participar en un grupo de apoyo, rodeada de personas que están pasando por una tragedia similar. Ahí es donde conoce a Judy, una buena samaritana que puede no ser la persona que dice ser.

Más allá de eso, revelar cualquier cosa a nivel de trama sería maldad. Lo cual sería una gran lástima, ya que la cuasi totalidad de Dead to Me se basa en sus revelaciones y otros desarrollos. Estos, sin dejarnos sin aliento, se destilan ingeniosamente al final de cada episodio, lo que garantiza una observación tipo maratón muy fluida. El hecho de que cada episodio dure un máximo de treinta minutos ayuda.

A su vez, Dead to Me es una comedia ligera sobre una amistad incipiente entre dos mujeres, un drama conmovedor sobre la desaparición del ser querido, una laboriosa investigación policial…. Como un número creciente de series, juega la carta de identidad múltiple mezclando géneros. No te preocupes, funciona en general. Aparte del hecho de que Dead to Me no es el thriller más fino o innovador del mundo, la serie se las arregla rápidamente para darse a sí misma una identidad y a dónde llevarnos a donde quiere ir. Y eso solo es un buen comienzo.

En la forma, Dead to Me hace eco irrevocablemente a Desperate Housewives, con quizás un poco más de profundidad en sus personajes. A grandes rasgos, todo lo que sucede en esta serie podría haberle ocurrido a uno de los vecinos de Wisteria Lane. Jen y Judy (las heroínas de Dead to Me) pertenecen a una clase social rica,  de esa que se encuentran por la tarde en la piscina para tomar una copa de vino tinto…. Si esto no es lo que típicamente Bree, Lynette y los otros podrían haber hecho en cada momento difícil de sus vidas, entonces ya no respondo por nada.

Es por méritos, sin embargo, que Dead to Me consigue ser más relevante que el entretenimiento ordinario. Por un lado, Jen tiene que reconciliar todo: criar a sus hijos, cuidar de su trabajo, llorar mientras intenta resolver el asesinato de su marido. Por otro lado, Judy no es menos cautivadora, especialmente cuando se enfrenta a problemas de infertilidad que la llevan a ser desafiada.

Creado por Liz Feldman (2 Broke Girls), Dead to Me es ante todo una historia de mujeres. Mujeres que acumulan obstáculos, que lo guardan todo para sí mismas y que no saben cómo gestionar este excedente, excepto implosionando casi cada minuto de sus vidas. Juntas, se equilibran mutuamente. Además de ser una fuerza narrativa eficaz, su floreciente amistad es también el principal activo de esta convincente primera temporada.

La notable alquimia entre Christina Applegate (Bad Moms), brillante como madre reprimida, y Linda Cardellini (Bloodline) es obviamente un factor importante. Familiarizadas con la escena de Hollywood, las dos actrices han encontrado en Dead to Me el proyecto ideal para destacar sus respectivos talentos. Porque la verdad es que, si el programa funciona tan bien, es por estas dos.

¿Dónde ver Dead to me?

La primera temporada está disponible en Netflix.