[REVIEW] ‘Lisey’s Story’: King + Larraín = un espectáculo raro
Sería interesante hojear la agenda del ya septuagenario Stephen King para dominar la economía del tiempo, entre publicaciones casi anuales, adaptaciones de sus obras para el cine y la televisión en la agenda y unas horas de merecido descanso. Sólo el año pasado pudimos cruzarnos con el Rey en The Outsider y en The Stand, la serie de Starz cargada de expectativas que no estuvo a la altura.
Los lanzamientos de junio en el Apple TV+ nos ofrecen ahora otra serie muy esperada por los fans de King: Lisey’s Story. Producida por Bad Robot, de J.J. Abrams, la serie original de Apple de ocho episodios está escrita nada menos que por el propio Rey y dirigida por el chileno Pablo Larraín (Jackie); uno de los directores más icónicos y prometedores de la última década. La serie se estrenó en el catálogo de streaming de Cupertino el 4 de junio con sus dos primeros episodios, para luego establecerse en una programación semanal cada viernes.
La historia de Lisey gira en torno al duelo de Lisey (Julian Moore), viuda del mundialmente famoso escritor Scott Landon (Clive Owen), y al recuerdo de un amor romántico, a veces morboso e inquietante que se basa en el misterio relacionado con la capacidad de Scott de acceder a un mundo paralelo para curarse de sus heridas físicas y mentales. Un mundo, el de Boo’ya Moon, que también es el origen de las historias de Scott y de su éxito, pero que también esconde la amenaza del Spilungo, un ser sobrenatural que habita en el interior. Además, Lisey debe reconciliarse con su particular familia y mantener una relación con su hermana Darla (Jennifer Jason Leigh) para ayudar a su otra hermana, Amanda (Joan Allen), que sufre un frecuente distanciamiento de la realidad y es propensa a autolesionarse, pero que esconde una relación muy especial con Scott, que parece dar señales incluso desde el más allá, ya que involucra a su mujer en una búsqueda del tesoro -un bool hunt como él lo llama- póstuma, a través de una serie de pistas esparcidas aquí y allá en la vida cotidiana de la mujer.
Los problemas comienzan a surgir cuando, al menos en los dos primeros episodios, se empiezan a percibir los límites de la escritura en cuanto a la profundidad de los personajes, con especial referencia a la figura de Lisey, que en la novela podía contar con un flujo de conciencia que al menos nos ponía en conexión directa con ella, pero en la serie Apple muestra todos los límites de una protagonista que parece vivir en la luz reflejada de Scott, sin aspiraciones, sin pensamientos, sin básicamente una vida propia que funda su razón de ser en la autodeterminación. Todo ello sin el inevitable sufrimiento de un luto que, de todas formas, se arrastra desde hace un par de años.
Después de Jackie, la dirección de Pablo Larraín aborda el tema de la pérdida y el duelo de forma más distanciada que la película dedicada a la esposa del difunto presidente Kennedy, pero manteniendo un rigor absoluto en la puesta en escena que corre el riesgo de caer en un ciclo redundante de recursos estilísticos. La fotografía de Darius Khondji somete a los personajes al espacio diegético con efectos casi agorafóbicos, mientras que en otras circunstancias se entrega con complaciente insistencia a planos fijos de desesperación, logrando un efecto alienante y a la vez magnético, amplificado por la banda sonora de Clark.
Lisey’s Story no empieza precisamente con buen pie. La presencia omnímoda de King en el guión corre el riesgo de no hacer justicia a la adaptación, lo que podría suponer un cambio de perspectiva negativo también hacia la extraña dirección de Larraín. De momento, el baluarte del éxito del proyecto son el reparto, con Juliane Moore a la cabeza, y un apartado técnico que está a la altura. Puede ser suficiente para el comienzo, pero en los siguientes episodios esperamos más sustancia, especialmente en la expresión de los personajes y la dinámica sobrenatural.
¿Dónde ver Lisey’s Story?
La serie está disponible en Apple TV Plus con estrenos semanales