[REVIEW TEMPORADA 3] ‘Succession’ (HBO): Brindo por la familia
En la última década hemos visto excelentes series de poder, desde House of Cards pasando por Game of Thrones, pero ¿qué ocurre cuando se mezclan el poder empresarial y el familiar? El resultado es Succession, que ya desde el título dejaba claro desde el principio que iba a ser una serie no tanto de relaciones familiares, sino de relaciones de poder que sólo por accidente se cruzaban con las de la familia principal, la familia Roy. Una unidad familiar que imita más o menos extraoficialmente a la de Rupert Murdoch y su imperio financiero, que aquí ve su alter ego en Logan Roy y Waystar RoyCo, un conglomerado de medios y entretenimiento, y que vuelve con nuevos retos y luchas de poder.
La tercera temporada se retoma justo donde se dejó con aquel clamoroso final y giro argumental del ciclo anterior, y para el que los fans tuvieron que esperar unos buenos dos años a causa de la pandemia, mientras los actores y el equipo llegaban a rodar parte de los nueve episodios en Italia. Vuelve la guerra -y esta vez sin vuelta atrás- entre el segundo hijo, Kendall (Jeremy Strong), y el patriarca, Logan (Brian Cox), ya que el primero ha acusado oficialmente al segundo de estar al corriente de las prevaricaciones y acosos que se produjeron años atrás en el departamento de cruceros de la empresa. Tal vez para demostrarle de una vez por todas que podía ser un asesino, que podía ser el nuevo director general aunque eso significara destruir a su padre y mentor y reconstruir la empresa desde los cimientos de lo podrido y «viejo».
Lo que sorprende en la escritura de Jesse Armstrong y sus autores es que en Succession todos los personajes son detestables, ninguno excluido, porque muestran no sólo una familia disfuncional también por la riqueza, el lujo y la comodidad en la que ha crecido y se ha desarrollado, sino un núcleo podrido, en el que no son los afectos los que cuentan sino el ascenso al poder, todos están dispuestos a apuñalar (si no algo peor) a sus parientes en nombre de la sucesión del título, que casi como la cuenta atrás del tic, tac… BOOM! sigue escudriñando la vida de Roy.
La familia no ha encontrado hasta ahora un verdadero momento de paz desde que comenzó la serie, y ésta es otra característica de la estructura narrativa del serial, que avanza a un ritmo rápido, a pesar de parecer lento y de poseer todas las características autorales de la HBO. Un drama familiar atípico, dado que el género suele estar ligado, en primer lugar, a la celebración del amor y la familia. Sin embargo, aquí, para Connor (Alan Ruck), Roman (Kieran Culkin), Shiv (Sarah Snook) y los demás, sólo importa su propio estatus familiar como sociedad, incluso cuando dicen que lo hacen por los demás, y siempre están dispuestos a aprovechar la oportunidad para buscar su propio beneficio, como pronto aprende a hacer la nueva incorporación, el primo Greg (Nicholas Braun). Los Roy no son los Walker de Brothers & Sisters o los Braverman de Parenthood, son lo más shakesperiano que se ha visto en la televisión, a nadie le gustaría formar parte de ellos, al contrario es casi una visión entre voyeurista y de la realidad de Gran Hermano, observar como espectadores donde están dispuestos a llegar por un poco de poder y control sobre los demás. Al igual que el tema musical, con sus colores ácidos en la fotografía y sus planos que muestran los detalles de los personajes en lugar de cálidas reuniones familiares, se alternan con símbolos del desarrollo de los medios de comunicación, la verdadera herramienta de comunicación de Roy.
Succession 3 atestiguando cómo la serie de Jesse Armstrong, que ya tiene en proyecto una cuarta temporada, no pierde ni un ápice de su pulcritud y, de hecho, sube la apuesta, sin dejar de lado a los personajes, llenando sus historias de humor negro, El cinismo y el sarcasmo sin tapujos, y abordando el tema de actualidad del acoso desde el punto de vista de los acusados y no de los acusadores, con un reparto en estado de gracia y una familia siempre disfuncional y podrida, con la que es difícil empatizar y compenetrarse.
¿Dónde ver Succession?
La serie está disponible en HBO Max.