Kevin Spacey tendrá que pagar a la productora de House of Cards, es decir, a MRC, nada menos que 31 millones de dólares por su comportamiento entre bastidores.
Ayer se confirmó la sentencia que se había dictado en octubre de 2020.
Según la sentencia del juez Mel Red Recana, Kevin Spacey tendrá que pagar a MRC 29,5 millones de dólares por daños y perjuicios y 1,5 millones de dólares para cubrir las costas judiciales y los gastos burocráticos.
El actor interpretaba el papel de Frank Underwood cuando fue despedido de House of Cards en la sexta temporada tras enfrentarse a las acusaciones de que había agredido y abusado de chicos jóvenes, entre ellos un asistente de producción de la serie.
MRC había alegado que Spacey había causado un lucro cesante de millones de dólares porque su conducta les obligó a retirarlo de la temporada, teniendo además que reducir los episodios previstos de 13 a 8. En octubre, se determinó que el comportamiento del actor constituía un incumplimiento de las condiciones de su contrato como actor y productor ejecutivo.
La primera acusación pública que se hizo contra Kevin Spacey llegó en 2017 con un artículo de Buzzfeed en el que el actor Anthony Rapp revelaba que había sido acosado sexualmente cuando solo tenía 14 años. Los productores de House of Cards decidieron suspender al actor dos días después y CNN publicó un artículo en el que se le acusaba de crear un ambiente tóxico en el plató con comentarios explícitos y de tocar a jóvenes del personal sin consentimiento.
El ex protagonista de House of Cards protagonizará próximamente la película Peter Five Eight y los productores explicaron:
‘Hay algunas personas que desearían que no actuara, pero son superadas por los fans de todo el mundo que esperan el regreso a la pantalla de un artista que han disfrutado durante décadas. La producción no está al tanto ni comenta las diversas acusaciones que están circulando, y cree que es un asunto que deben determinar los tribunales. Peter Five Eight es una película para los aficionados que se preocupan más por el arte que por el escándalo».