Según los últimos rumores, Netflix está empezando a cambiar de opinión sobre el elemento que primero distinguió a su negocio: el modelo de binge-watching de lanzamiento de episodios.
De hecho, un nuevo informe de analistas del sector afirma que el director general de Netflix, Reed Hastings,
«Nunca pareció dispuesto a renunciar al modelo de «binge-watch». Ahora, aparentemente, eso va a cambiar».
Desde que Netflix empezó a dejar obsoletos los DVD, se ha hablado mucho de que el modelo de binge-watch era la forma más eficaz de ver contenidos. En los últimos años, parece que los estándares modernos para medir el éxito de las series de televisión en streaming se basan en las tendencias de las redes sociales, pero también en el alcance y la sostenibilidad. El modelo de binge-watch de Netflix no tiene muchos problemas para conseguir buenos resultados con lo primero, es lo segundo lo que podría preocupar al gigante del streaming.
Cada vez es más evidente cómo servicios como Disney+, HBO Max, Apple TV+ o Prime Video mantienen el control de la cultura pop lanzando episodios semanales de programas de televisión originales. Marvel, Star Wars, El Señor de los Anillos y House of the Dragon son marcas punteras en la programación televisiva, y la atención semanal en las redes sociales que se les dedica es considerablemente mayor que la de cualquier estreno de Netflix. Claro que hay excepciones -como el Squid Game-, pero aparte de ese tipo de productos, Netflix ha visto cómo muchos de sus programas originales (como The Witcher y The Sandman) han sufrido la inevitable consecuencia del binge-watching.
Stranger Things puede ser el ejemplo más destacado en este sentido. La cuarta temporada se dividió en dos partes, lo que puso de manifiesto las enormes diferencias entre los dos métodos de estreno. El paréntesis entre la primera y la segunda parte estuvo salpicado de teorías, especulaciones y preguntas sin respuesta que mantuvieron enganchados (y sobre todo interesados) a los fans de la serie de televisión. Stranger Things podría haber reinado fácilmente durante todo el verano si Netflix hubiera lanzado sus episodios semanalmente.
Dado que el catálogo de Netflix también incluye docuseries, realities y talk shows que estrenan un episodio por semana, seguramente ya existe un precedente para un cambio en la estrategia de estreno.