Para Bob Odenkirk, Saul Goodman fue el personaje de su vida
Ya han pasado 13 años desde que Bob Odenkirk llegara en la segunda temporada de Breaking Bad, como el divertido abogado Saul Goodman. Desde entonces, AMC y Netflix han colaborado en su spin-off, Better Call Saul, brillantemente co-creado por Peter Gould y Vince Gilligan. Una historia sobre cómo Jimmy McGill se convirtió en este personaje improbable. Contra todo pronóstico, demostró ser muy entrañable, compartiendo muchas escenas conmovedoras con su compañera Kim Wexler (interpretada por la excelente Rhea Seehorn), con el guardaespaldas Mike (Jonathan Banks) o con su hermano Chuck (Michael McKeen). Aclamada por la crítica, la serie finalizó este año con la emisión de su sexta temporada, tras un aplazamiento de varios meses para que Bob se recuperara de un grave infarto que sufrió en el plató.
«Ojalá le hubiera dedicado más tiempo. Y creo que voy a sentir lástima de mí mismo durante al menos diez años, si no más. Sé que probablemente fue el papel de mi vida, y es maravilloso haberlo tenido. Algunas personas no tienen la oportunidad. Así que sí, voy a revolcarme en mi infelicidad».
Bob Odenkirk es tan conmovedor como su personaje a la hora de expresar su opinión sobre el final de la serie. Alerta de spoiler: después de toda la acción previa a Breaking Bad, la temporada final avanza a menudo en el tiempo para contar la historia de lo que ocurrió DESPUÉS de conocer a Heisenberg (Bryan Cranston).
«Su historia acaba en la cárcel, pero no todo es negativo, ya que consigue reencontrarse con Kim, que tanto significó para él. Nunca lo habría previsto. Hubiera esperado un final con más explosiones. Me alegro de que no fuera así. Y lo extraño es que en realidad se trataba de dejar ir a nuestros personajes. Sé que Rhea luchó con esta idea de que nuestros personajes eran muy inteligentes emocionalmente en relación con otras personas, pero que estaban ciegos ante su propio comportamiento. Y al final, los escritores fueron capaces de ofrecerles la conciencia de que lo que siempre habían sentido. Me pareció precioso. Cuando lo leí, pensé: ‘Así es exactamente como debe ser'».
Rhea Seehorn, entrevistada por la misma revista británica, admite que este final también le afectó mucho:
«El hecho de que Kim tuviera que dejar a Jimmy en este lugar tan aislado, tan castigador, tan aterrador y triste, fue duro, muy duro. No me había dado cuenta de que Bob -en el papel de Jimmy- iba a tener que mirarme así, y me causó una gran impresión. Para mí, es como si le hiciera saber que está bien».