The OA: la belleza de la ciencia ficción
A Netflix se le ha dado bien la ciencia ficción. Tuvo la mejor serie del género en su plataforma (Stranger Things o Sense8, por nombrar algunos ejemplos) y quiso cerrar el año con una nueva apuesta.
La mejor manera de ver The OA, su nueva serie, es no saber prácticamente nada de ella. Eso fue lo que Netflix hizo: lanzó un tráiler la misma semana en que la serie se estrenaba. Algo poco usual en cualquier tipo de ficción, donde se publican una avalancha de tráileres y pósteres con meses de anticipación. Acá no ocurrió eso. The OA llego a días de que se acabe el año… y ha sido una real sorpresa.
Como explicamos, lo mejor es no saber mucho de The OA, pero podemos mencionar, sin spoilers, la premisa principal: Praire (Brit Marling, quien también es la creadora de la serie), una joven ciega que reaparece luego de estar 7 años desaparecida, regresa desorientada y con su vista totalmente recuperada. ¿Milagro?, algunos creen que sí, pero su vuelta conlleva algo más que un simple secuestro. Es el misterio de no saber qué está pasando lo que nos ata a la trama y no nos suelta.
Desde el primer momento nos vemos envueltos en el misterio de Praire, su regreso y sus intenciones de no querer olvidar lo que le sucedió. A medida que van avanzando los episodios nos metemos de lleno en las dificultades de varios personajes. Marling se come la serie con su personaje. Dicen que los ojos son el reflejo del alma, acá su personaje es totalmente carente de visión, por lo que sus expresiones y movimientos hablan por sus ojos.
La calidad visual es cinematográfica, sus aspectos narrativos están muy bien cuidados a través de cámaras frenéticas en la actualidad y un desplazamiento más pulcro y suave en los flashbacks a los que nos lleva la historia. La música también juega un rol importante. El personaje principal toca el violín, por lo que la musicalización de la serie es en base a este instrumento.
The OA ha sabido aprovechar bien el misterio. Podríamos decir que es un buen bálsamo para l@s viud@s de Stranger Things. Su comienzo puede ser dubitativo y no es una serie que pueda gustar a todos. Pero no se puede negar que tiene una realización y desarrollo de la trama impecable. Más dudas que certezas se toman los primeros episodios, pero todo va cobrando sentido (si se le puede llamar «sentido» en una serie sobrenatural) con el desarrollo de los acontecimientos.
La serie tiene varios motivos para ser considerada una de esas series destacables dentro de un universo cada vez mayor de ficciones televisivas. Lo principal es dejarse sorprender, no buscar una lógica sobre las cosas que pasan y ser partícipe de las situaciones que The OA nos quiere enseñar en un mundo más conectado y espiritual.