[REVIEW SEGUNDA TEMPORADA] ‘The White Lotus’ (HBO): Es lo mismo pero no es igual

Vuelve uno de los resorts más exclusivos de la televisión: tras abandonar el paraíso hawaiano, es Sicilia la que acoge a sus nuevos huéspedes, en la bella y evocadora Taormina. The White Lotus 2, tras el éxito de la primera temporada y los 10 premios Emmy, está protagonizada esta vez por numerosos actores italianos como Sabrina Impacciatore, Simona Tabasco y Beatrice Grannò junto a Jennifer Coolidge, de nuevo en el papel de Tanya Mcquoid-Hunt, uno de los personajes más queridos de la primera temporada, F. Murray Abraham, Adam DiMarco, Meghann Fahy, Jon Gries, Tom Hollander, Michael Imperioli, Theo James, Aubrey Plaza, Haley Lu Richardson, Will Sharpe y Leo Woodall.

El escenario ha cambiado claramente, pero los invitados parecen seguir siendo los mismos, y el incipit del primer episodio revela, como en la temporada anterior, que algo trágico va a ocurrir, pero que sólo se revelará al final después de conocer a fondo a los protagonistas y sus historias. Una vez más, los ricos y mimados turistas estadounidenses y británicos deciden vivir su «sueño italiano» hecho de tópicos, de «pizza y mandolina», de vino rosado y spritz, de «dolce vita»: «Quiero sentirme como Monica Vitti», dice soñadoramente Tanya a su marido, obligándole a dar un atrevido paseo en Vespa. Pero también está Albie con su padre Dominic y su abuelo Bert, un tipo decente que suele hacer de pacificador entre ambos y que quiere descubrir sus orígenes en Sicilia. Están las dos parejas de recién casados, Daphne y Cameron y Harper y Ethan, jóvenes y guapos, el clásico retrato falso de la perfección, Portia la asistente de Tanya obligada a esconderse por Greg, el marido de la jefa, que no ve con buenos ojos su presencia durante unas vacaciones en pareja.

Y luego está Valentina, la gerente del White Lotus Sicilia, interpretada por Sabrina Impacciatore, una mujer estricta y antipática que, al igual que su predecesora en Hawai, exige la perfección de su personal, y que cada día tiene que lidiar no sólo con sus exigentes huéspedes, sino también con Lucia y Mia, dos hermosas chicas sicilianas (Sabrina Tabasco y Beatrice Grannò) que frecuentan el complejo para llegar a fin de mes, haciendo «compañía» a hombres ricos y adinerados.

Todos estos elementos en manos de Mike White sólo pueden convertir un paraíso en un infierno.

The White Lotus sigue siendo una mordaz sátira social, mostrando con cinismo y mucho sarcasmo las hipocresías de los privilegiados que educan a sus hijos en colegios caros para darles un futuro exitoso pero no aceptan el cambio. Aunque la dinámica de los protagonistas de esta temporada es muy similar a la de la anterior, la serie consigue de nuevo ser convincente, acompañar al espectador en las pícaras intrigas de los personajes, en sus deseos más íntimos y perversos, en un clímax que se eleva episodio tras episodio, representado mejor por el mar siciliano que refleja sus estados de ánimo, desde la calma inicial hasta la agitación. Como se muestra en el inquietante tema musical, todo lo armonioso y bello que puede mostrar un lugar de Sicilia tiene, como en todas partes, un reverso hecho de violencia, de pasiones fuertes, incontrolables y a menudo fatales.

Entre lo sagrado y lo profano, entre el misticismo, las creencias populares, las leyendas inquietantes, el temor a Dios, los adivinos y la superstición, Sicilia resulta ser el escenario perfecto para una o varias tragedias, construidas con arte por Mike White, quien, con su escritura cautivadora y divertida, es capaz de compensar algunas repeticiones entre el primer capítulo y los nuevos episodios, gracias también a un reparto que siempre es de primer nivel.

¿Dónde ver The White Lotus?

La serie se emite semanalmente por HBO y HBO Max.