Siempre se puede contar con Black Mirror para deprimirnos con otro episodio increíble.
Comenzamos: Black Mirror White Christmas. La idea es casi surrealista, cuando se piensa en el espíritu de la Navidad Black Mirror no es una de las series que viene a la mente, a menos que seas un Grinch. Y sin embargo, no se puede negar que el episodio es un especial de Navidad, ya que la fecha es una parte importante de su historia. Por supuesto, es un especial depresivo tratando de aplastar a todos la alegría de las fiestas de fin de año, porque Black Mirror no es una serie que miramos para sentirnos bien. Una de las cosas que más me gusta de BM es lo impredecible que es, en el primer episodio, con el incidente del cerdo, quedó demostrado que la serie no tiene muchos escrúpulos y por lo tanto nada (o casi nada) es imposible. La tensión que esto ofrece es increíble.
El episodio comienza y vemos a dos hombres charlando el día de Navidad en lo que parece ser un lugar aislado. Y las posibilidades son infinitas. ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Qué hay? Etc. A cada parte finalizada del episodio más nos podíamos hacer una idea de lo que estaba pasando. La capacidad de BM para intrigar a su público es una calidad fascinante de la serie.
Llamé la atención la cantidad de conceptos que fueron presentados y explorados. Los otros episodios suelen centrarse en un tema o concepto, aquí la trama es impulsada por dos grandes temas tecnológicos y sus derivados. En primer lugar la tecnología ocular, Aquí Charlie Brooker, creador de la serie, hace un guiño del tercer episodio de la primera temporada, y el hecho de que puedes bloquear una persona completamente de tu vida, haciendo un guiño a Twitter. Debo confesar es una idea tremendamente interesante. En este especial se introdujo la idea de la «galleta» (una especie de copia de ti mismo que luego puedes ocupar en distintos aparatos tecnológicos) y la capacidad de manipular la percepción del tiempo. Un tópico extremadamente relevante para la conclusión de la historia, pero en ningún momento la serie tuvo que gritar, «¡Oye, atento! será importante para el desenlace de la historia». Todas estas explicaciones fueron bien incorporadas a la trama del personaje de Jon Hamm que fueron presentadas de manera coral sin interrumpirlo.
Pero la verdad es que todo esto sería en vano si la serie no dio un giro coherente para el final (aunque ya veíamos para donde iba la cosa a medida que iban ocurriendo los hechos), el encanto de BM está en el shock / sorpresa. Disfruté especialmente el resultado, sobre todo la lentitud con las cosas fueron cayendo en su lugar simultáneamente y como el espacio físico se fue convirtiendo gradualmente en la escena del crimen. Resultado brutal y simple, pero al mismo tiempo no es evidente lo que se espera de BM… y sólo podemos esperar que una serie como esta pueda matar a un abuelo y un niño en un especial navideño.
¿Tendremos tercera temporada?, Espero que si. Una serie tan original y destacada como esta no puede dejar de existir.
http://youtu.be/TDFcTmdQqIc