‘El tiempo entre costuras’: Maldita tv abierta
De un tiempo a esta parte se ha afirmado que la televisión abierta es basura, que se compran muchas licencias de programas ya realizados en otros países y teleseries internacionales exitosamente probadas. Mi papá es tan ‘tevito’ como yo, con la diferencia que él es más selectivo. Empezó a ver El tiempo entre costuras en Tvn y enganchó por ser una serie de época. Una cosa lleva a la otra y uno, «daddy’s girl» y se convirtió en panorama compartido. Tvn hizo su trabajo, promocionó la producción como debía ser y luego se perdió, como todo lo que viene sucediendo en la estación estatal. El tiempo entre costuras es una miniserie española inspirada en un libro bestseller que narra la vida de Sira Quiroga (Adriana Ugarte), quien deja Madrid previo a la guerra civil española junto a un loco pero correcto amor, para llegar luego de varios traspiés a Tetuán, donde instala un taller de alta costura, que simplemente funciona de tapadera para descubrir paulatinamente secretos políticos de gran envergadura.
El tiempo entre costuras tiene una trama enriquecida, un ritmo constante con saltos temporales necesarios, éxito seguro en muchos países, galardonada y valorada por la crítica. En Chile, lamentablemente, sonaron los grillos, marcó en su peor momento 2 puntos de rating, siendo que en Netflix ha sido todo lo contrario. Es extraño, paradójico y chocante lo que una pantalla fría/congelada provoca, que arruina hasta el mayor éxito, bien manufacturado y con una producción con muchos euros dentro, bien lograda y todos los buenos augurios, pero lastimosamente, cuando un medio de comunicación no marcha bien, nada de lo que brille en su pantalla será oro. Por suerte ya no somos borregos, hay internet, globalización por doquier y amor absoluto a torrent, youtube y Netflix, así que ‘imperiosamente’ recomiendo a quienes no vieron la serie que ya está en su finalización por la pantalla témpano de Tvn, accedan a ella por otras redes, es una pildorita para el corazón.