[alert type=red ]Contiene spoilers del tercer episodio de la serie The Leftovers[/alert]
Tras el tercer capítulo de The Leftovers transmitido por HBO el pasado domingo, creo que en vez de aclarar, solamente siembra más dudas. La emisión estuvo centrada en Matt Jamison, interpretado por Christopher Eccleston, conocido por su participación en Thor, Heroes, Doctor Who y Los otros, quien encarna a una especie de sacerdote del pueblo que predica a pocos fieles y hace saber las vidas pasadas llenas de pecados y vicios de quienes desaparecieron tres años atrás. La entrega transcurre en que la iglesia que comanda Matt está a punto de ser vendida y solo tiene plazo de un día para reunir el dinero necesario para que ésto no ocurra, por lo que, esa misma tarde visualiza pájaros sobre un poste y luego en la mesa de apuestas de un casino. Señales, claro está. Y ahí, tuve un flashback de Lost con sus referencias místicas de animales aparecidos y situaciones complejas que muestran una solución por parte de señas divinas manifestadas en mamíferos o aves.
Posteriormente, Matt llega a la casa del bueno (o quizás no tanto, aún no sabemos) y desdichado policía y está su ex esposa vistiendo de blanco con su típica libreta en la mano. Matt explora un agujero en el patio y consigue un papel que contiene dinero envuelto en él y un mensaje que hace referencia a jueces corruptos. Dólares en mano, parte a apostarlos en la misma mesa donde vio a los plumíferos, donde (milagro!) quintuplica los billetes. En mi mente dije «muy bueno para ser cierto» y visualicé a «Hugo Reyes», el chileno gigante que luego de ser un empleado de una empresa de comida rápida de pollos fritos, ganaba la lotería en Lost y toda su vida se iba al carajo. Aquí fue algo parecido: en el mismo estacionamiento asaltan a Matt, le pegan, le quitan su abultado sobre, lo recupera luego de darle cabezazos contra el asfalto al ladrón y huye. Rato más tarde pasa cerca de gente de la pseudosecta alba que había sido apedreada y bueno, de pasada le llega un peñascazo.
Lo interesante del capítulo (que se hizo más corto al tener un ritmo más rápido que los dos previos) fue el flashback de menos de 40 segundos de la vida de Matt: su casa quemada, su cáncer, su llegada a la iglesia y el accidente automovilístico que protagonizó el día de «the rapture» que dejó completamente paralizada a su esposa.
Como todo en el mundo/mente de Damon Lindelof no es color de rosas, por más que Matt consiguiera el dinero para salvar su iglesia, no es capaz de utilizarlo porque tras el golpe, despierta tres días después del plazo final para realizar el pago. Y bueno, se dirige a su iglesia y nota que está siendo refaccionada por la pseudosecta. Moraleja: no sé si alguna vez los habitantes de Mapleton sean felices o libres de sus calvarios y maldiciones.
Mi momento favorito, la trivia del capítulo: nos enteramos que Matt es hermano de la mujer que perdió a toda su familia y dio el conmovedor discurso en el piloto. Y a la vez, Matt y su esposa iban en auto en la calle perpendicular en la que se encontraba el primer personaje que sufre la «abducción» de su hijo. ¿Muy coral? No sé si es mi idea o veo el vuelo 815 Oceanic Airlines volando sobre las cabezas de todos.