The Late Late Show with James Corden: Ojo con el gordito británico

Se estrenó en marzo, luego de varias semanas con conductores invitados: pasó Judd Apatow, Drew Carey, hasta el mismísimo John Mayer. Todo después de que el animador oficial, Craig Ferguson, dejará el programa tras 9 años al mando del late de la segunda franja de CBS.

La verdad, Ferguson no era tan chistoso. Tenía algo que lo hacía aceptable, regular, pero no la rompía. Tenía algo de esa vieja escuela, como de late de los ’90, pero no era tan viejo. Buena onda, pero a mí nunca me gustó mucho. Y con las retiradas de Letterman y Leno, estaba un poco cantada su salida. CBS debía renovar toda su programación de lates. Salió Letterman y entró Colbert. Salió Ferguson y entró Corden. Así es, James Corden. El actor gordito británico de Into The Woods o Begin Again, y un par de películas más donde fue actor secundario (películas que en verdad nunca fueron tan conocidas). Era el “nuevo” a los late, un actor de películas no especialista en comedia, saltando a animar su propio late en CBS. Duro. Difícil. Complicado. Pero cuando en su primer capítulo se le ve entrenando en una bodega antigua junto a Jay Leno en “Cómo animar un Late”… Mierda, uno dice: “Este la tiene clarita”.

James Corden era casi desconocido para muchos. Es el típico gordito simpático británico. Era uno más, era para que pasara piola. Para que siguiera en la senda de Ferguson, pasable, un poco entretenido, pero de verdad nadie lo sigue. Eso pensábamos, pero espérense, que James Corden es un crack.

Corden hizo primero algo un poco impensado: renovó de cierta forma el estilo late. Una escenografía totalmente L.A., muchas luces, glamour, oscuridad, alcohol, y música en vivo. Su sidekick Reggie Watts, que de hecho es el frontman de la banda, es “a little bit a white version of Questlove”, el famoso baterista de The Roots que acompaña a Fallon en el Tonight Show. Un sidekick que dentro de su capacidades funciona muy bien en la comedia y acompañando a Corden. La reinvención del género también pasa por detalles. Por ejemplo, cada vez que se presenta un invitado en el monólogo, vemos al invitado en su camarín y se produce una pequeña conversación, adelantando lo que vendrá. Otro punto importante es que los invitados no pasan de a uno, no se da esa segmentación clásica de los late en que cada invitado pasa solo. Aquí pasan todos de inmediato, se sientan junto al animador y el programa se transforma en una especie de estelar, como lo que Graham Norton hace en la BBC. Y, además, James Corden tiene un escritorio que sólo ocupa para los desk bits, luego, en la conversación se sienta junto a los invitados en una silla y bromea con ellos.

Tiene segmentos muy chistosos como Celebrity Noses o Side Effects May Include, que más encima reinventa constantemente, lo que lo hace más valorable aún. Y por supuesto, tiene su sección estrella: Carpool Karaoke. Es aquí donde la rompe. Una sección completamente original y entretenida. Él va solo en su auto, lleno de cámaras, y pasa a buscar a un famoso. Ha pasado desde Stevie Wonder hasta Justin Bieber. Simplemente pasean en el auto por L.A., escuchando música fuerte y cantando canciones del mismo artista o algún otro clásico. Una especie de LipSync, pero en el auto, paseando por la ciudad y con el mismo artista. Corden se luce siempre sabiéndose todas las canciones, exagerando las letras y metiendo la comedia de alguna forma.

A mí de verdad me impresiona el nivel de James Corden en la comedia. No me lo esperaba. Está haciendo las cosas muy bien. Me demoré en escribir la columna. No niego que en marzo, cuando empezó el programa quise escribir algo, pero me contuve. Quise verlo un poco más, y más, y más, y más. Y si en marzo, después de las 2 primeras semanas pensé: “Está bueno, pero le falta rodaje”, hoy, luego de unos meses, puedo asegurar que ya agarraron el ritmo. Ritmo que, por ejemplo, nunca agarró el Late Night with Seth Meyers, que tiene sus puntos altos pero después baja, no se mantiene. Corden lleva fácilmente un par de meses arriba, con buenas secciones, buenos chistes y buena comedia.

Hágase un favor y véalo, es de los mejores programas nuevos del año. Es chistoso, es divertido y, lo más importante, es creativo en un género donde en general no se inventa mucho. Es un formato que tiene décadas, que está archi-conocido por todos (excepto en Chile), que ya sabemos cómo funciona, y cómo deber ser la pauta (repito: excepto en Chile). Innovar en este formato con pequeños detalles que le da un aire nuevo. Es simplemente reconfortante. James Corden es un seco. Para mí es, sin duda, el animador revelación del año. Así que OJO con James Corden.