Desgranando a «The Defenders»

El 18 de agosto, Netflix lanzó de manera oficial los ocho episodios de Marvel’s The Defenders, la serie grupal de Marvel que reunió a los protagonistas de sus producciones individuales. Repitiendo el modelo que utilizaron en el cine, La Casa de las Ideas pasó dos años y medio presentando a nuevos personajes, superhéroes más callejeros, quienes tuvieron que unir fuerzas para detener a una agrupación decidida a derrumbar New York.

En Seriépolis vimos la temporada completa, así que procederemos a comentar algunos de los aspectos que nos llamaron la atención. Avisamos desde ya, hay spoilers.

La narración

The Defenders es como una película Marvel de ocho horas. Los primeros episodios se dedican por completo a presentar a los protagonistas mostrando los colores característicos de cada uno, lo que permite a los nuevos espectadores identificar las distintas historias que se le cuentan en paralelo.

La serie está filmada y escrita para destacar las escenas largas, en muchos momentos sin diálogos, de manera que la iluminación y la corporalidad terminan siendo elementos claves a la hora de ver el programa. En The Defenders se aprovechan al máximo las tomas, buscando siempre agregar algo distinto a la escena, dotándola mayoritariamente de dramatismo.

Al igual que con otras series de la plataforma, el programa utiliza a la perfección los ocho episodios con los que dispone. Se construyó una historia simple, sin grandes subtramas, que tiene tiempo (tal vez demasiado) tanto para introducir a los personajes como para hacerlos trabajar juntos.

Las relaciones

El programa hace que las búsquedas individuales de los personajes tengan un final en común. En los primeros capítulos vemos formarse uniones entre Iron Fist y Luke Cage gracias a Claire, mientras Daredevil se presenta como nuevo abogado de Jessica Jones. Estas alianzas se fortalecen a lo largo de los episodios, haciendo que la dinámica entre los personajes sea cada vez más interesante.

Mientras se plantea la vida de vigilante de Matt Murdock como una adicción, también se presenta a Luke Cage como una especie de hermano mayor de Harlem, quien se termina transformando en un consejero de jóvenes que comienzan a delinquir. Iron Fist y Daredevil están centrados en lograr su objetivo a toda costa, mientras Jessica y Luke dudan de los límites legales de sus actos. Estas diferencias hacen que las discusiones del grupo se tornen muy radicales, cargando de emocionalidad los diálogos mediante los cuales comparten sus ideas.

Sigourney Weaver, la villana

Kingpin, villano de Daredevil en la primera temporada de su programa, es considerado uno de los mejores villanos de todo el Universo Cinematográfico de Marvel, lo que hacía que su ausencia en este gran evento debiera estar muy bien justificada.

El rol del antagonista recayó en Sigourney Weaver, quien fiel a su talento logra interpretar a una Alexandra que es tan humana como fría. Su introducción en la serie demuestra la calidad del personaje: en los primeros minutos, vemos que Alexandra es diagnosticada de un cáncer terminal, no quedándole más de seis meses de vida. Esta preliminar información logra que conectemos rápidamente con ella, pero también hace que no tenga nada que perder ante nuestros superhéroes.

Y si cada protagonista tenía su color, el de Alexandra era el blanco. Cuando está en pantalla todo es muy puro y elegante, lo que se mantiene en las distintas escenografías que pisa. Es una antagonista inteligente, pero también poderosa, que padeció del mismo mal de matar villanos antes de lo necesario que sufrió Marvel’s Luke Cage con Cottonmouth.

https://www.youtube.com/watch?v=om2KYKY2eSU

 

En resumen, The Defenders es como ese capítulo especial de larga duración que solían tener las series noventeras de canales como Fox Kids o Nickelodeon. Un evento en donde todo lo conoces se muestra más grande, haciendo que el fanático disfrute cada momento de lo que está viendo.

Como serie para los no fanáticos también cumple, ya que se toma los primeros episodios para introducir los personajes para quienes no los conocen, además de construir una historia  que pone en contexto a quienes no han visto los programas individuales. Puede que no sea el mejor producto de la alianza Marvel-Netflix, pero sí recupera parte de la confianza que se había perdido con Iron Fist.