#DeleteNetflix: el boicot contra Netflix por polémica de la serie «El mecanismo» en Brasil

Dicen que no existe la mala publicidad. El Mecanismo está recibiendo masivas críticas en Brasil por la forma de dramatizar la Operación Lava Jato generando un movimiento de izquierda en las redes sociales para boicotear a Netflix. Específicamente una campaña para cancelar la suscripción del canal de streaming en twitter con el hashtag #DeleteNetflix.

La serie recibió algunas críticas por manipular la narrativa de forma tendenciosa. Una de ellas fue el hecho de mostrar al personaje del ex presidente (claramente inspirado en Lula) usando frases como ‘estancar la sangría‘ y ‘construir un gran acuerdo nacional‘ basado en un diálogo real entre Sérgio Machado y Romero Jucá en pleno mandato de Lula Da Silva hablando sobre un acuerdo para evitar que continúe la investigación sobre corrupción. Además, la ex presidenta del país, Dilma Rousseff, también hizo una nota de aclaración acusando al cineasta de crear «fake news», la ex mandataria publicó en su sitio web oficial:

«La serie El Mecanismo, en Netflix, es mentirosa y disimulada, el director inventa hechos. No reproduce ‘fake news’, sino que se ha convertido en un creador de ellas. Sería como si una película sobre los últimos momentos de John Kennedy insertara al personaje de Lee Harvey Oswald haciendo acusaciones contra la víctima. O una película donde Winston Churchill hace una alianza con Adolfo Hitler para atacar a Estados Unidos”».

Jose Padilla, director y creador de la serie dijo en el medio Globo de manera irónica:

«La verdad es clara: la izquierda brasileña ha sido y es tan corrupto como la derecha. El mecanismo no tiene ideología, Juca y Lula no patentaron las expresiones idiomáticas que quizás utilizados en fraudes. La lengua portuguesa aún no ha sido aún robada«.

El Mecanismo desmenuza la investigación contra la mayor trama de sobornos de Brasil, una historia que mantiene en vilo a los brasileños desde marzo de 2014. dos policías, Ruffo y Verena, se proponen acabar con el negocio millonario de un astuto delincuente especializado en lavar dinero. En su batalla, trabada –no sin roces– con la Fiscalía y un juez tenaz y vanidoso, descubren que el mecanismo corrupto es mucho mayor de lo que esperaban y llega a los despachos de diputados, partidos políticos, funcionarios públicos y de los principales constructores del país.