[REVIEW SIN SPOILER] Carta de amor a la temporada final de «The Americans»

En 2010 las autoridades de EE.UU. detuvieron al matrimonio Richard y Cynthia Murphy, una pareja aparentemente normal que vivía en Nueva Jersey con sus dos hijas. Los vecinos del barrio residencial donde vivían descubrieron con sorpresa que sus nombres reales eran Vladimir y Lydia Guriev y que desde la década de los 90 recopilaban información para el SVR (Servicio de Inteligencia Extranjera) de Rusia. Su caso sirvió de inspiración para The Americans, que inicia su última temporada planteando la duda de si el final de Philip (Matthew Rhys) y Elizabeth Jennings (Keri Russell) será similar al de los Murphy, que fueron deportados por el gobierno estadounidense, junto con 8 espías más, a cambio de 4 agentes yanquis.

La sexta temporada, que se estrena hoy en Estados Unidos (Y los primeros días de Abril en FOX Premium Series), pone punto final a los años de mentiras y engaños de una pareja de espías rusos que han entregado su vida y la de sus hijos, nacidos en EEUU, a su natal Rusia, aunque el recuerdo de la Unión Soviética está cada vez queda más lejos. La nueva entrega arranca tres años después del final de la anterior. Gorbachov es el nuevo presidente de la URSS y los aires de cambio que lleva (que condujeron al final de la Guerra Fría) repercuten en las misiones del matrimonio.

Los protagonistas cierran 6 temporadas de exitosa crítica.

A pesar de que la premisa de The Americans hace pensar en una propuesta de acción pura, la serie creada por Joe Weisberg siempre se ha movido por los terrenos del drama familiar. Durante las cinco temporadas anteriores no sólo ha mostrado la complejidad de un matrimonio en el que el amor siempre ha sido un obstáculo para sobrevivir, sino que también ha buceado en unas relaciones paterno-filiales basadas en la mentira. Paige (Holly Taylor), la hija mayor, es la primera que se cuestiona la vida familiar y pide respuestas a los padres. El personaje, que ha ido creciendo en importancia a medida que han pasado los capítulos, tendrá un papel central en el desenlace de la historia de los Jennings. En la sexta temporada, la chica se unirá al «negocio familiar» participando en una misión con su madre, a quien ahora se siente más próxima después de años de incomprensión. «Para Elizabeth es importante que ella quiera hacerlo, por muchas razones personales. Paige tiene una gran necesidad de ser aceptada y de estar cerca de una madre que ha estado ausente o escondiendo cosas durante mucho tiempo«, explica Keri Russell, que ha conseguido dejar atrás la identificación con Felicity, el personaje de la serie homónima que la dio la fama. El camino emprendido por la mayor de los Jennings no tiene nada que ver con el de su hermano pequeño, Henry, que aún desconoce la verdad sobre sus padres y no sospecha nada.

La fidelidad a la madre patria seguirá creando tensión en el matrimonio Jennings. Tras descartar la opción de volver a Rusia acompañados por sus hijos, Philip y Elizabeth tomarán caminos profesionales separados y esto hará aflorar las diferencias ideológicas entre ambos. Él, que se ha apartado del espionaje y quiere llevar una vida lo más normal posible, cada vez está menos interesado en la Guerra Fría, mientras que ella está más comprometida que nunca con sus ideales, aunque su lucha sea por un país que no sabe cuánto tiempo más existirá. «Al inicio de la sexta temporada el abismo entre ambos es enorme, y esto es así porque Elizabeth se ha mantenido fiel a su mandato, mientras que Philip ha abandonado su adoctrinamiento inicial«, explica Matthew Rhys .

La sexta temporada comienza vertiginosa, augurando un final un tanto movido para los Jennings pero que, sin duda, tiene su recompensa para los que nos hemos mantenido fiel a esta familia que se ha ganado nuestra simpatía y cercanía a pesar de ser «el enemigo» de Estados Unidos.