Westworld no es una serie fácil y para todos, eso lo sabemos desde hace un tiempo. Y es, después de todo, su gran fortaleza, ya que pocos programas pueden darse el lujo de jugar con los espectadores como lo hacen, desde el primer episodio, Jonathan Nolan y Lisa Joy, sus creadores.
Al mismo tiempo, pocas series, hoy en día, pueden jactarse de atormentar a su audiencia en busca de teorías, respuestas y spoilers. La buena noticia es que, después de ver el primer episodio de la segunda temporada, no parece que Westworld pierda nada de sus principales características, sino que esta segunda temporada no se expande de manera exponencial a un universo que ya es rico y multifacético. La mala noticia es para aquellos que están en busca de respuestas y explicaciones, apenas se encontrarán: se añaden nuevas piezas, otras aplicaciones y, en consecuencia docenas de posibles nuevas teorías acerca de lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá.

Bernard descubre un área que desconocía dentro del parque
Solo el giro final de la primera temporada, el relacionado con la presencia de varias líneas narrativas y líneas de tiempo oportunas y superpuestas, confirma el verdadero cambio de juego de este espectáculo enigmático. Cada escena que esperamos desde ahora solo puede insinuar la duda: ¿Estamos viendo el presente o el pasado? ¿Es este despertar de los anfitriones que vemos una consecuencia del plan de Ford o Arnold treinta años antes? E incluso cuando estamos seguros de que estamos tratando con el «presente», ¿estamos realmente seguros de que los monstruos robóticos no ocultan nuevos secretos?.
Desde HBO nos invitaron a ver el primer episodio de la segunda temporada antes de su estreno oficial en televisión. Lo primero que destaca es un cambio en la secuencia de apertura que rememora algunos hechos que vimos en la primera temporada (como la relación de Maeve con su hija) o algunas referencias a Shogun World, el nuevo parque de diversiones que veremos a lo largo de la segunda temporada.
Los primeros minutos nos muestran a Delos, empresa responsable del parque, tomar el control luego de la enorme masacre que se produjo al final del primer año. También veremos una pincelada de todos los personajes que dejamos con sus tramas en pausa, como Bernard, Dolores y William, cada uno preocupado por sus problemas y nuevos desafíos dentro del parque. La más destacada es Dolores que, luego de abrir los ojos frente a la realidad que vive, decide tomar la acción con sus propias manos, secundada por Teddy, y tiene planes mucho más ambiciosos que, incluyen, salir del parque al mundo real.

Maeve toma las riendas dentro de la sala de control
Bernard también vive su propia crisis interna luego de los hechos acontecidos al final de la temporada anterior, además de descubrir una nueva área dentro del parque de la que no tenía conocimiento alguno, para finalizar con Maeve, uno de los personajes responsables de la revolución robótica, volverá al centro de control del parque para llevar a cabo la promesa que tuvo durante todo el primer año de la serie: Encontrar a su hija, junto a un inesperado, y obligado, compañero de ruta.
La producción sigue mostrando los mismos estándares de calidad que se vieron en el primer año, una acabada producción, excelentes locaciones y más de un efecto especial que hará el deleite de los habidos espectadores deseosos por saber cómo continua la historia.
Westworld vuelve en plena forma y prometiendo más de algún descalabro entre los personajes y el entorno que los rodea. Fue un año de espera, un año en la que poco y nada se reveló de su trama. Pero fue un año que valió la pena esperar.
La segunda temporada de Westworld se estrena el domingo 22 de abril por HBO Latinoamérica.