Los planes iniciales de ‘Stranger Things’ eran muy distintos a lo que vimos en pantalla
Con una cuarta temporada en el horizonte, Stranger Things es una de las series más populares de Netflix y parte de su éxito se debe a los cambios realizados desde los planes iniciales de los hermanos Duffer, los creadores del show.
Los dos, de hecho, siguieron el consejo de diferentes redes y cambiaron el escenario de una serie que podría haber sido bastante diferente. Así que veamos algunos de los mayores cambios:
Otro título y otra localización
Antes de convertirse en Stranger Things, el proyecto de los hermanos Duffer fue vendido como Montauk. En lugar de la ciudad ficticia de Hawkins, Indiana, la ubicación debería haber sido Montauk, Nueva York, y el área de Long Island. La ciudad, además de ser real, está conectada con la película Tiburón de Steven Spielberg, que influyó en el trabajo de los hermanos Duffer. Como si eso no fuera suficiente, Montauk ha estado en el centro de las teorías de conspiración sobre misteriosos experimentos gubernamentales, conocidos como el «Proyecto Montauk» y sobre el viaje en el tiempo, el control mental y el contacto con nuevas y misteriosas especies. Con la decisión de cambiar de ubicación, la consecuencia obvia fue el cambio de título, que se convirtió en lo que todos conocemos.
Fue diseñada como una serie antológica
Cuando nació el concepto de la serie, los Duffer la presentaron como una serie antológica, gracias también a la popularidad de American Horror Story, True Detective y Fargo. Los creadores se inspiraron en «It» de Stephen King y se intrigaron con la idea de insertar un salto en el tiempo. Netflix, sin embargo, presionó por la continuación de la historia, convencido de que el público se enamoraría del reparto y le gustaría verlos en el centro de la serie.
Una década diferente para cada temporada
Sobre el ya mencionado salto temporal, la idea era situar cada temporada en una década diferente, quizás usando las versiones adultas de los protagonistas. Con tal operación, la serie podría haber llegado hasta el día de hoy o casi, dependiendo del número de temporadas.
Un adulto como protagonista absoluto
Antes de presentar el proyecto a Netflix, los Duffer recogieron varios rechazos. Muchas de las cadenas sugirieron dos opciones: centrarse en personajes más jóvenes y convertirlo en un programa infantil, o hacerlos secundarios y centrarse en un adulto como Jim Hopper, que sería el protagonista absoluto. La idea de una investigación sobre lo paranormal, llevada a cabo por un adulto, parecía más acorde con la visión de las diferentes emisoras, en cambio Netflix encontró el grupo de niños como uno de los aspectos más interesantes.
Eleven se suponía que moriría en la primera temporada
Ligado a la idea de hacer una serie antológica, una de las opciones sobre el destino de Eleven es que la chica se sacrificara para salvar a sus amigos y a todo el pueblo.
A la luz de todo esto, quién sabe si Stranger Things se habría convertido en el mismo fenómeno pop de estos años. Mientras tanto, la cuarta temporada está en marcha.