La plataforma de streaming Quibi no logra despegar y está en serios problemas

«Es la cosa más estúpida que ha costado un billón de dólares»

Jimmy Kimmel lanzó este chiste durante la ceremonia de los premios Emmy y, en realidad, dice mucho sobre la desconfianza que rodea a la plataforma Quibi. Menos de seis meses después de su debut, ya está en serios problemas.

A pesar de esto, Quibi había empezado bien. Lanzada en abril, es una iniciativa atípica a medio camino entre Netflix y TikTok. Al igual que la aplicación china, el contenido es breve (de 4 a 10 minutos por episodio) y está destinado a ser consumido en un teléfono inteligente. Excepto que los videos son de alta calidad y encontramos series y películas de Idris Elba, Sam Raimi, Jennifer López, Steven Spielberg, Anna Kendrick, o Steven Soderbergh. Así que todo predestinaba a Quibi al éxito.

Pero menos de seis meses después del lanzamiento, ya podemos hablar de un rotundo fracaso de la plataforma de transmisión. Quibi no ha podido convertir a los usuarios de su inicial oferta de gratuidad por tiempo limitado en usuarios de pago. Así, según Sensor Tower, el servicio habría perdido el 90% de sus suscriptores una vez terminada la campaña. En total, se espera que la compañía reclute 2 millones de clientes en su primer año, sólo el 30% de su objetivo inicial. Además, recordemos que esta nueva aplicación sólo está disponible en Estados Unidos por el momento.

Ante este panorama, y según el Wall Street Journal, Quibi está explorando opciones estratégicas para volver al camino. En particular, se está considerando su venta. De hecho, no sería tan beneficioso por el hecho de que la plataforma garantiza a los creadores la propiedad intelectual de su trabajo después de siete años. Así que Quibi no es realmente dueño de su contenido. La compañía también podría intentar recaudar más fondos.

Mientras tanto, los ejecutivos de la empresa han emitido un comunicado de prensa para tratar de mostrar que la situación está bajo control:

«Quibi ha lanzado con éxito una nueva empresa y ha sido pionera en una nueva forma de contar historias y una plataforma de última generación. Jeffrey Katzenberg y Meg Whitman se comprometen a seguir haciendo crecer el negocio de manera que ofrezca la mayor experiencia al cliente, valor para los accionistas y oportunidades para los empleados».

En cualquier caso, el futuro parece muy complicado para la aplicación, que también ha sufrido por su obstinación en apostarlo todo en los smartphones. Muchos usuarios querían ver sus programas en un televisor cuando tenían la oportunidad. De hecho, el pasado junio la compañía finalmente accedió a hacer sus videos accesibles a través de Chromecast y Apple TV. Renunciando, en parte, a su filosofía inicial.