Sentimos una extraña sensación al ver por primera vez el regreso de Master of None bajo el título de «Momentos de amor». Ansari ganó el Globo de Oro al mejor actor de comedia y dos Emmys al mejor guión: uno por el episodio «Padres», de la primera temporada, coescrito con el cocreador de la serie Alan Yang, y por el episodio «Acción de Gracias», de la segunda, escrito con Lena Waithe, que toma las riendas de la serie en este tercer ciclo.
¿Por qué tantos cambios y una tercera temporada que llega cuatro años después de la anterior? Los retrasos en la producción se debieron no tanto a Covid como al escándalo entre bastidores que salpicó al propio Aziz Ansari, acusado de acoso. Toda esta agitación no puede evitar derramarse en la pantalla, con Aziz Ansari dirigiendo en solitario y coescribiendo con Lena Waithe los cinco episodios de esta temporada, una especie de spin-off no oficialmente tal, que con un subtítulo para «separarlo» de los dos ciclos de episodios anteriores quiere contar una vez más las dificultades en las relaciones amorosas. En este caso vemos a dos mujeres lesbianas de color de treinta y tantos años, tras centrarse en las complicaciones de un hombre indio en Nueva York. Ansari aparece fugazmente, incluso se le encuadra a menudo desde la distancia y en algunos primeros planos, y la historia se centra en la relación entre Denise (el personaje de Lena Waithe) y su compañera Alicia (la actriz ganadora del BAFTA Naomi Ackie), ya protagonistas del mencionado episodio de Acción de Gracias. Acá nos muestran los altibajos de su relación, las dificultades relacionadas con la infertilidad y su crecimiento personal como pareja y como individuos.

Si Master of None, en las dos primeras temporadas, tenía un tono de dramedia pero que no dejaba de hacer reír, gracias al talento del stand-up comediante Ansari, en estos «Momentos de Amor» son sólo momentos, los extractos, los realmente románticos y cómicos, por el resto la historia se inclina más hacia el drama y las dificultades, las pérdidas y el dolor que implican las relaciones importantes. Denise hereda de Dev, el personaje de Ansari, el título de Master of None, es decir, gente que puede hacer un poco de todo pero que no puede especializarse en nada, a pesar de haber escrito un best seller del New York Times pero ahora no poder repetirlo y sobre todo ir más allá.
El mérito de esta tercera temporada es, sin duda, la dirección de Ansari, que anula el guión, que a través de campos totales y detalles estudiados cuenta mucho más de lo que hacen las palabras de los personajes. Los paisajes del campo donde vive la pareja protagonista, un perchero dentro de su casa, etc. se convierten en una metáfora y una herramienta para contar los sentimientos de los protagonistas y su situación en el transcurso de la historia. Otro mérito es, paradójicamente, no el carácter de «aburrida de la vida» de Denise (aunque la apatía y el aburrimiento son sentimientos poco contados en televisión, hay que reconocerlo) sino el de Alicia, llena de ganas de hacer y luchar: el episodio dedicado a ella es quizá el más intenso, desafiante de digerir y satisfactorio de toda la temporada. Una vez más estamos lejos de los estereotipos en una redacción de calidad, que sin embargo ha sufrido inevitablemente las turbulencias que se produjeron entre bastidores. No se trata de «reírse con la cabeza» en lugar de con las tripas, sino de no reírse en absoluto.

La escritura sigue siendo cuidada y la dirección es el verdadero mérito de esta temporada a medio camino entre el híbrido y el spin-off, pero que al mismo tiempo se ha visto demasiado afectada por el caso de Aziz Ansari entre bambalinas, viéndose afectada en la puesta en escena de las relaciones amorosas de hoy en día, que vira demasiado hacia el drama y demasiado poco hacia la comedia.
¿Dónde ver Master of None?
Las tres temporadas de la serie están disponibles en Netflix.