Al igual que muchas series actuales, el rodaje de la tercera temporada de Succession se ha visto interrumpido por la pandemia de Covid-19, provocando en ocasiones retrasos de varios meses. Sin embargo, el programa de Jesse Armstrong volverá a nuestras pantallas este año, previsiblemente en octubre. Pero, en contra de lo que cabría imaginar en una serie que bien podría desarrollarse en nuestro mundo, el Covid no perturbarán los asuntos financieros y explosivos de la familia Roy. De hecho, su creador ha confirmado que el virus simplemente estará ausente en los números de la tercera temporada.
De hecho, Jesse Armstrong ha decidido no reescribir los guiones de los nuevos episodios basados en la pandemia. Según la actriz Sarah Snook, que interpreta a Shiv, no tenía sentido hablar de ello en Succession, ya que «los muy ricos se vieron mucho menos afectados» por el Covid que el resto de la población, como dijo a Vulture. Evidentemente, con un conglomerado mediático ultrapoderoso bajo su control, Logan Roy y sus hijos forman parte de esta categoría social privilegiada, no afectada por los peligros y las adaptaciones necesarias para la presión del virus.
Succession opta así por una trayectoria diferente a la de varias series recientes, como Grey’s Anatomy, el revival de Gossip Girl o Betty, de la misma cadena televisiva, donde los personajes evolucionan en un mundo afectado por la pandemia. La tercera temporada seguirá centrándose en explorar la guerra civil que ha estallado en el seno de la familia Roy, ya que Kendall ha hablado con los medios de comunicación y ha creado un escándalo interno dentro del conglomerado que codicia. La serie también dará la bienvenida a sus filas a dos nuevas estrellas, Adrien Brody y Alexander Skarsgård, como un multimillonario inversor activista y un fundador y director general de una poderosa empresa tecnológica, respectivamente.