Hwang Dong-hyuk, creador de Squid Game, está disfrutando de uno de los momentos más exitosos de su carrera. Su serie, que llegó a Netflix en septiembre, es efectivamente un éxito. Sin embargo, mucha gente no sabe que el director temía que fuera un fracaso. Esta es la historia de la larga gestación de Squid Game.
El director había escrito el concepto de la serie entre 2008 y 2009, pero no lo propuso de inmediato. Temía que su obra no fuera comprendida por el público. Para él no había término medio: sería un fracaso o un éxito. El elemento que se consideraba arriesgado era precisamente la presencia de una gran violencia, a la que en aquella época estaba sometida una sociedad no acostumbrada.
Cuando el director trató de proponer El Juego del Calamar a varios productores a lo largo de 10 años, éstos lo criticaron a menudo por ser demasiado irreal. En ese momento, Dong-hyuk vivía con su madre y su abuela, y no podía conseguir ninguna estabilidad financiera. Vender este guión habría sido la solución, pero todas las televisoras lo rechazaron. Así que el director, necesitado de dinero, se vio obligado a vender su computador.
Todo esto se acabó cuando, hace dos años, Netflix creyó en su proyecto, en la creencia de que retrataba fielmente nuestra sociedad. Y menos mal.
Ahora todo el mundo se pregunta si El Juego del Calamar tendrá una segunda temporada. Teniendo en cuenta cómo nos dejó el primero, parece muy probable.