Con el sentimiento del título de este review en el corazón comenzamos nuestro repaso a Arcane, la serie basada en el videojuego League of Legends y distribuida en Netflix en tres citas semanales, los días 7, 13 y 20 de noviembre de 2021. Pero veamos estos sentimientos en orden: asombro por lo que pudimos ver, o deberíamos decir admirar, en primicia; curiosidad por entender cómo y cuánto les gustará a los fans de siempre y a los jugadores habituales del juego la serie animada de Riot Games; satisfacción por una adaptación que parecía muy compleja, dada la naturaleza del juego del que partió en 2009 (la serie se anunció con motivo del décimo aniversario del juego), y que es accesible incluso para los que no están familiarizados con él.
Empecemos por el último punto y por la capacidad de Arcane de sumergir a todo el mundo, esté o no familiarizado con el mundo de League of Legends, en una ambientación que acoge al espectador y se revela poco a poco, de escena en escena, pero que intriga y conquista desde las primeras líneas con su atmósfera y riqueza. La profundidad de la ambientación en la que estamos inmersos es inmediatamente evidente, así como la conciencia de los autores al respecto. Estamos en el mundo de Runaterra, pero Arcane centra su atención en una pequeña región que mantiene un delicado equilibrio entre la rica ciudad de Piltover y la miseria de Zaun, una tensión que aumenta y amenaza con explotar: si por un lado surge una nueva tecnología llamada Hextech, que democratiza y hace peligrosa la magia, por otro lado en Zaun una nueva droga convierte a los seres humanos en monstruos.

Una tensión y rivalidad que es terreno fértil para sembrar ideas que se desarrollarán a lo largo de los nueve episodios de la primera temporada, pero también personajes capaces de involucrar emocionalmente al espectador con sus personalidades y hazañas. Personajes en su mayoría tomados de los Campeones de League of Legends, consolidados y ya populares entre el público del juego, pero de impacto inmediato incluso para quienes los conocerán por primera vez en Arcane. Pensemos en Vi, a la que pone voz Hailee Steinfeld, que llama la atención de inmediato por su aspecto de pelo rosa, pero que intriga por la evolución que parece prometer a partir de su papel como pequeña criminal de Zaun; en el lado opuesto en Piltover encontramos otra figura destacada como Jayce, al que pone voz en original Kevin Alejandro, con un papel importante en la invención de Hextech.
Pero la lista es larga y el elenco de Campeones Arcanos es considerable, desde Jinx, la hermana de Vi, hasta Caitlyn Kiramman, pasando por Mel Medarda, el poderoso Vander, Viktor y un Yordie como Heimerdinger. Un conjunto de personajes que se presenta con un diseño y una representación en pantalla de evidente valor y cuidado, pero que asegura variedad de situaciones y riqueza de historias que contar, no sólo en estos nueve episodios de la primera temporada sino también para posibles desarrollos futuros que parecen muy probables.

Arcane, la serie inspirada en el mundo de League of Legends de Riot Games, se apoya en los sólidos cimientos del material de origen para construir algo autónomo e igualmente fuerte, capaz de involucrar incluso a los que no conocen el videojuego lanzado en 2009. Una rica ambientación, unos personajes intrigantes, un sector técnico asombroso y una puesta en escena nunca trivial que te impacta de inmediato y te mantiene enganchado.
¿Dónde ver Arcane?
La serie está disponible en Netflix.