[REVIEW TEMPORADA 2] ‘Russian Doll’ (Netflix): Premio al esfuerzo

Hace tres años, en nuestra crítica de Russian Doll, clamábamos para que Netflix no encargara una segunda temporada, a pesar de ser muy conscientes de que tanto la plataforma como la creadora e intérprete Natasha Lyonne podrían haber querido una. Nos encontramos tres años después (y habiendo pasado cuatro años en la historia contada) escribiendo nuevamente sobre la serie, satisfechos de que Lyonne no haya caído en la trampa de la repetitividad, al menos no del todo.

El tema central de la historia vuelve a ser el tiempo, pero esta vez tratado de forma diferente y con un guiño a la ciencia ficción de los viajes en el tiempo. Si en el ciclo anterior Nadia (Natasha Lyonne) se encontraba atrapada en un bucle temporal el día de su 36º cumpleaños, en estos nuevos siete episodios estamos a una semana de su 40º cumpleaños, una fecha importante y simbólica y un momento para hacer balance de la propia vida, en el que uno mira instintivamente a su pasado, incluida su familia. Han pasado cuatro años, y ella y Alan (Charlie Barnett) han vigilado la línea de tiempo (como si estuviéramos en Loki), sin sobresaltos hasta este momento, en el que ella se encuentra de repente catapultada al pasado tras tomar el metro.

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Mientras intenta averiguar cómo volver al presente, Nadia tiene la oportunidad de vivir como su madre Leonora (una excusa para volver a utilizar a Chloë Sevigny). Uno de los aspectos de esta temporada que salta inmediatamente a la vista es, de hecho, el deseo de centrarse más en las estrellas que fueron «relegadas» a estrellas invitadas en los últimos episodios de la primera temporada, aquí se convierten en protagonistas y gradualmente en alter egos de Nadia. Esto no significa que Nadia y Alan tengan menos protagonismo, al contrario, cada uno tendrá su propia línea argumental que luego, como era previsible porque ya ocurrió en el pasado, se unirá. Russian Doll 2 acaba siendo una historia generacional femenina, esta vez escrita y dirigida en su mayor parte por la propia Lyonne, que debutó tras la cámara en el final de la primera temporada. Los diálogos, las sugerencias visuales y los movimientos de cámara siguen siendo sofisticados y no triviales, tratando de sortear el cliché del viaje en el tiempo y lo que implica para los personajes. No obstante, algunas de las elecciones parecen un poco «complacientes» al traer de vuelta a algunos personajes o versiones de los mismos, aprovechando el juego del tiempo en juego.

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Natasha Lyonne no se ha dormido en los laureles y se ha puesto a prueba con esta segunda temporada, no siempre acertando en sus objetivos y siendo fisiológicamente menos innovadora que el ciclo inaugural, pero manteniéndose original y con una puesta en escena que ha evolucionado respecto a la primera temporada, y reuniendo a un reparto que vuelve a ser excelente.

¿Dónde ver Russian Doll?

Las dos temporadas de la serie están disponibles en Netflix.

https://www.youtube.com/watch?v=uUgB5SRABzY