[REVIEW] ’42 días en la Oscuridad’ (Netflix): El primer gran noir chileno

42 días en la oscuridad, la nueva serie chilena disponible en Netflix -inspirada en el caso real de Viviana Haeger y primer producto original del gigante del streaming en Chile- combina todos aquellos elementos que hacen que un producto de thriller/investigación sea atractivo para el gran público, asegurando que no sólo sea apreciado en nuetro país (donde los hechos son especialmente conocidos y sentidos) sino también en el resto del mundo.

Una víctima que desaparece en circunstancias misteriosas, pistas descubiertas que llevan a los investigadores en una dirección y no en otra, una familia dividida cuyos miembros se convierten a su vez en sospechosos. Un investigador (en este caso el abogado interpretado por Pablo Macaya) que se toma el caso tan a pecho que se obsesiona completamente con él.

42 días en la oscuridad parece, por tanto, la serie perfecta para los amantes de las historias con misterios apasionantes en el centro que se van desvelando poco a poco, atrapando al espectador con giros repentinos. Es una pena, sin embargo, que le cueste desde el principio construir la tensión adecuada, dejando el ritmo de la narración demasiado plano incluso en el final: esto se debe a que se centra demasiado en el impacto que tiene el caso en las personas implicadas, en lugar de en la resolución de lo que le ocurrió a la víctima. Una perspectiva que funciona y que, en todo caso, insta al espectador a seguir viendo, pero le falta esa dosis extra de tensión para mantener alta la atención del espectador, que inevitablemente se pierde por momentos.

La historia comienza con el descubrimiento del cuerpo de Verónica Montes (Aline Küppenheim), una madre de familia que había desaparecido en un barrio bastante acomodado -Altos del Lago- 42 días antes. Sin embargo, la serie se remonta al momento en que Verónica desapareció: el 29 de junio de 2010, no recogió a su hija mayor, Kari (Julia Lübbert), del colegio. Al volver a casa sola, la niña se da cuenta de que el auto está en marcha, con las llaves puestas, pero su madre no responde y no se encuentra en ningún sitio. Cuando su padre, Mario (Daniel Alcaíno), le revela que acaba de recibir una llamada que alude a un secuestro de la mujer, la policía es inmediatamente alertada y comienza la búsqueda. Sin embargo, pronto tanto los familiares como las autoridades se dan cuenta de que encontrar a Verónica no es tan fácil como se esperaba. También se une a la investigación Víctor Pizarro (Pablo Macaya), un abogado que intenta salvar su carrera tras algunos errores en su pasado y que se verá cada vez más involucrado en el caso.

Como decíamos, uno de los focos de esta serie no es tanto relatar la resolución de la investigación del asesinato de Verónica, sino mostrar el tipo de impacto que una tragedia así puede tener tanto en sus allegados como en los implicados en el caso. La figura de Víctor Pizarro, que llega a aparcar su vida personal y la relación con su hijo, nos hace comprender cómo ciertos acontecimientos pueden convertirse en auténticas obsesiones. Especialmente interesante es el personaje de Mario, que, con su tranquilidad y dulzura -con la duda rastrera de que es el asesino- resulta especialmente inquietante y difícil de interpretar.

42 días en la oscuridad, en sus seis episodios, no se preocupa especialmente por construir la tensión adecuada, la sensación de angustia por el destino de Verónica (sabiendo desde el principio que será encontrada, nunca tenemos dudas de que pueda seguir viva), sino que opta por mostrar y detenerse en el sufrimiento de la familia, utilizando atmósferas dilatadas y enrarecidas, en las que la muerte de la mujer acaba perteneciendo a una dimensión casi onírica, entre las películas que las hijas ven obsesivamente y los recuerdos siempre presentes. Un enfoque peculiar y, sin embargo, interesante, pero que puede aburrir al espectador que busque otro tipo de emociones en historias como ésta.

¿Donde ver 42 días en la oscuridad?

La serie está disponible en Netflix.