Después de rechazar cualquier idea de ofrecer un servicio con publicidad, Netflix finalmente cedió. Aún así, han sido necesarios dos trimestres consecutivos de pérdidas de abonados para convencer a la dirección de que cambie su estrategia, como ha decidido recientemente su gran rival Disney+.
Este nuevo paquete más barato, que costaría entre 7 y 9 dólares al mes, podría lanzarse a finales de año. Netflix también se ha asociado con Microsoft para gestionar su nuevo espacio publicitario. El gigante del streaming también ha contratado a dos antiguos altos ejecutivos de Snap para ayudar a desarrollar este negocio.
¿Tendrá éxito esta iniciativa de Netflix? Los analistas de Wall Street son relativamente escépticos en este momento. Algunos expertos creen que no necesariamente traerá nuevos abonados. Y lo que es peor, los clientes que pagan hasta 18 euros al mes por la oferta más cara, podrían optar por esta nueva opción, lo que a la larga podría hacer perder dinero a la plataforma.
Citado por Business Insider, Andrew Uerkitz, analista de Jefferies, explicaba recientemente en una nota:
«No estamos convencidos de que un servicio con publicidad que cuesta unos pocos dólares menos sea lo que quieren estos hogares».
Tim Nollen, experto de Macquarie, es más optimista:
«Creemos que estos factores económicos, junto con el aumento de la competencia en el espacio de streaming, crearán las condiciones de mercado adecuadas para el servicio más barato de Netflix, apoyado por publicidad.»
Por último, los analistas del banco Morgan Stanley piden paciencia. Y añaden:
«Dependiendo de cómo Netflix fije los precios y comercialice el componente publicitario, es posible que tarde más de lo previsto en crear un subgrupo publicitario lo suficientemente grande como para generar ingresos publicitarios significativos.»
Sobre todo porque, aunque la oferta publicitaria debería ser atractiva en Estados Unidos, no está claro si funcionará en el resto del mundo, según los expertos.