REVIEW Castle 8×18 – Backstabber

El último capítulo de Castle estuvo cargado de acción, intriga y espionaje. El caso de esta semana involucra a un personaje que no apareció en los últimos episodios, pero que esta vez retoma el protagonismo perdido a lo grande. Estamos hablando de nada más ni nada menos que Hayley, quien había trabajado junto a Rick como free lancer en su oficina de investigador privado.

Pues bien, Hayley estaba involucrada en una misión que parecía de rutina, en la cual actuaría junto a un ex compañero, Marcus, bajo las ordenes de un ex agente del MI6 con el cual ya había trabajado. La tarea parecía sencilla: la dupla debía irrumpir en el edificio de Manchester Energy, una empresa dedicada a el abastecimiento de energía con sedes en Inglaterra y Nueva York, para instalar un “gusano” en uno de los ordenadores con el propósito de obtener información respecto de uno de los gerentes de la empresa, Paul H, quien estaría engañando a su esposa, la cual contrató los servicios de estos ex agentes y de paso hacerle pasar un mal rato a su cónyuge. Mientras se encontraban en la oficina aparece Paul junto a una mujer, ante lo cual Hayley se va y Marcus se queda mirando el espectáculo. Lo que no sabia Hayley es que al día siguiente encuentran muerto a su compañero en las dependencias de Manchester Energy, por lo cual se dirige donde Castle para «ver como actúa en terreno» en su labor de colaborador de la NYPD y así colarse en la escena del crimen con miras de poder descubrir si hay algo más detrás de todo esto.

De este modo, empieza a sugerir la práctica de ciertas diligencias para esclarecer los hechos, pero de modo que no se notara que ella había estado en la escena del crimen. Tras esto, decide llamar a su ex jefe para saber qué pasaba, ante lo cual le comenta que la operación era la fachada de algo más grande que lo que se veía, por lo que le aconsejaba huir y abandonar todo. Tras preparar su equipaje se encuentra con Alexis, la que se dirigía a su departamento para compartir información relativa al caso, debido que  ya se había dado cuenta que  Hayley no le ha contado toda la verdad, por lo cual le aconseja que se quede en Nueva York a resolver el crimen.

De vuelta en el preccint, Ryan y Esposito proceden a interrogar al principal sospechoso, el cual no estaba contando la verdad, razón por la cual, una vez que terminó de declarar,  Hayley decide hacerlo «recapacitar de un modo poco amistoso». Por desgracia, Castle y Beckett descubren que ella sabe algo más sobre el caso, quedándole como única opción contarle a ellos todo lo que sabe al respecto. El gran problema era que al instalar el malware en el computador de la empresa dio origen a un apagón en Londres, lo que fue calificado como un acto terrorista. Como si fuera poco, en el mismo día aparecieron 10 millones de dólares en su cuenta bancaria, por lo que todos los dardos apuntarían a ella. Así las cosas, tenía poco tiempo para aclarar su posición de inocente frente a evidencias que parecían conectarla de modo irrefutable a este acto, en el cual estaría involucrado alguien cercana a ella en los tiempos en los que trabajaba para el MI6.

Se trata de un capitulo correcto en términos de guión y de dirección, puesto que la historia era más verosímil que la de un par de capítulos atrás. Además, hay bastante escenas de acción de por medio, por lo que si les gustan las tramas de espionaje les encantará este episodio, el cual vuelve a recuperar de a poco la esencia de Castle: buenos casos, un toque de humor y profesionalismo. De todos modos siento que el capítulo presenta un par de problemas: El primero de ellos es que de repente Hayley se volvió una pieza indispensable en el equipo, situación que creo un tanto forzosa, debido que en poco tiempo Alexis se encariñó con ella y hay una falta de desarrollo del personaje. El segundo es  que el personaje de Beckett se ha visto opacado en los últimos capítulos, cediendo protagonismo en su labor de capitana la que le obliga a hacer más labores de oficina que en terreno como nos tenía acostumbrados. Quisiera detenerme en este punto por un momento, dado que mientras escribía esta review salió a la luz un “bombazo” que podría marcar la suerte de la serie: Según confirman diversas fuentes, a Stana Katic no le habrían renovado el contrato, por lo que ella no seguirá en la serie en el evento que se renueve para una novena temporada. A la situación de Katic hay que agregar la de Tamala Jones, quien encarna a Lanie Parish, la forense que coopera con las investigaciones de Castle y Beckett, noticia que ha tomado de sorpresa incluso a parte del elenco, los que se habrían enterado por las noticias que circulaban por internet. La “baja” de ambos personajes se debería a razones “presupuestarias” por los altos costos que está trayendo la serie, pero la mayoría señala que el verdadero motivo del quiebre está dado por la mala relación que tienen Fillion y Katic fuera del set, a tal punto que ellos ya no se hablarían y habrían solicitado rodar menos escenas juntos. La noticia fue una verdadera “puñalada en la espalda” (qué poético), teniendo en consideración que la serie parecía repuntar después de la trama que los guionistas quisieron dar a la presente temporada. Creo que es una situación lamentable, principalmente por la forma como se dieron las cosas, puesto que pienso que una serie que ya lleva varias temporadas (y que, de hecho, es una de las más longevas de ABC) merece tener un final acorde a su status. Por ese motivo y ante el incierto escenario en que se encuentra la serie (no se sabe si se renueva o no), los showrunners están rodando 2 finales, y uno de ellos “sería uno que no les gustaría exhibir”, según indican.

Hasta el momento se desconoce la suerte de la serie. Por un lado, se indica que la serie podría seguir sin Katic, mientras que por otra sería el principio del fin. Como dice una canción, «Bad news never had good timing«.