[REVIEW] Barry: La cara seria de Bill Hader
Dicen que los actores que hacen comedia tiene un toque especial cuando tienen la oportunidad de hacer drama. Ha pasado con Jim Carrey, Robin Williams y Kristen Wiig, que se lucen al hacer personajes que son diametralmente opuestos al tono humorístico al que estamos acostumbrados a ver.
Bill Hader es un rostro conocido por hacer comedia. Forjó su nombre bajo el alero de SNL, encumbró su carrera siempre ligado a la comedia, y desde el popular programa de NBC logró despegar con alas propias y participar en distintas producciones cinematográficas como Paul, Inside Out y Buscando a Dory. Lo que nos toca comentar hoy es una propuesta totalmente distinta a lo que se había visto del actor.
Hader es protagonista de Barry, la nueva serie de HBO. Barry cuenta la historia de, obvio, Barry (Hader): un sicario que es excelente en su trabajo. Le dan una misión y Barry logra su trabajo de matar con pulcritud y profesionalismo. Barry llega a Los Angeles para un nuevo trabajo, encomendado por unos ineptos mafiosos que le solicitan matar a un deportista que, además, toma clases de actuación. Barry sigue a su víctima hasta las clases impartidas por el actor Gene Cousineau (Henry Winkler) y ahí descubre su verdadera vocación: quiere ser actor profesional.
En el desarrollo de la primera temporada, Barry debe conectar con el lado más oculto y poco explorado de su personalidad: las emociones. Al ser un asesino sin misericordia, Barry deberá aprender a empatizar con otro tipo de personas que están muy ligadas a interpretar roles diversos, y ese es el punto de partida de una contradicción moral por parte del protagonista que logra cautivarnos. Los alumnos de la clase del profesor Cousineau tienen diversas personalidades que ayudarán a Barry con su propuesta actoral e inseguridades.
La serie también es una crítica al mundo de los estudiantes de teatro y los mismos profesores, que exprimen a sus alumnos hasta el punto de quebrarlos emocionalmente con tal de conseguir un espíritu específico frente a un rol determinado que exige la obra a interpretar.
El gran mérito de Hader (también co-creador de la serie) es el de no ser el gran cómico de la serie. Esa parte es delegada a los actores secundarios de la serie, algo que no es común en este tipo de género dado que, en la mayoría de las comedias, son los protagonistas los que llevan el peso hilarante y versificador de la trama. Acá no. Hader no quiere ser divertido, él quiere que el resto del elenco sea el que, a través de sus problemas e inquietudes, se luzca y ponga la cuota de humor de la que carece el personaje principal.
Barry es una comedia liviana con el sello de ironía y desadaptación que tan bien sabe imprimir HBO en sus series. No estamos frente a una serie que nos haga pensar, imparta lecciones o nos haga revolcarnos de la risa. Barry, dentro de su sobriedad cómica, funciona, entretiene y siempre es llamativo ver a un actor ligado a la comedia desarrollar papeles totalmente opuestos a su «genética».
La primera temporada de Barry está disponible en HBO GO. La serie ya fue renovada para su segunda temporada