[REVIEW SIN SPOILERS] ‘The Mandalorian’ S02 conecta la galaxia
Una de las series revelación de 2019 fue The Mandalorian, el primer show original de Disney+ que, al mismo tiempo, fue el debut de la franquicia Star Wars en la pantalla chica. Entre los aspectos que la permitieron destacar estuvo su estilo muy cercano a los programas de antaño, en que veíamos a un solitario viajero resolviendo problemas mientras se hacía cargo de un problema que inicialmente no era suyo. A esto se sumaron capítulos de breve extensión (entre 25 y 45 minutos) y, principalmente, una historia que no hacía necesario ser un conocedor en detalle de la galaxia creada por George Lucas.
Como buen producto de la Cultura Pop, logró que sus consumidores habláramos sobre ella, la comentemos, recomendemos y difundamos lo más posible su existencia; de manera que de cara al estreno de su segunda temporada eran más las personas que esperaban por las nuevas aventuras del cazarrecompensas y su pequeño y verde amigo. Además, para Latinoamérica llegó con el agregado que, ya para el 4to capítulo, el servicio streaming estaba disponible para quienes desearan contratarlo.
Y la verdad es que, luego de ver los primeros 5 capítulos (de 8), podría afirmar que The Mandalorian llegó más grande, algo común en este tipo de producciones, ya que luego de una exitosa primera temporada los estudios hacen una inversión mayor en el show, a modo de premio, voto de confianza o como forma de asegurar el éxito. Sin embargo, la grandilocuencia no siempre es garantía de calidad, de hecho, la mayoría de las veces genera lo contrario. Aunque no creo que sea el caso de The Mandalorian, es más grande pero eso no ha mermado en su estilo, pero sí creo que el norte (o el foco) está en otra parte.
Durante los primeros 8 episodios, el programa se centraba en Mando y cómo lidiaba con esta nueva responsabilidad que significaba hacerse cargo de un niño buscado por asesinos y mafiosos. Cada capítulo trataba sobre alguna misión que le encomendaban o donde le pedían ayuda a cambio de pistas sobre el lugar de origen del pequeño Yoda. En algún momento aluden a la Fuerza o los Jedi, pero son cosas tan alejadas que ni el protagonista las conoce.
Pero en la segunda temporada eso cambia. La información concreta de que la raza de «the child» está conectada con la orden Jedi hace que, de alguna manera, todo gire en torno a eso; de manera que pasamos de pequeñas referencias a un capítulo exclusivo dedicado a una miembro del casi extinto dogma.
Y si bien los episodios son prácticamente iguales a los de la primera temporada, donde el protagonista recibe información a cambio de colaborar en una misión, las referencias al resto del universo Star Wars son constantes. Desde los uniformes que se ven hasta las personas, pasando por lugares, tomas y más de un easter egg escondido por ahí. No creo que esté afectando para el entendimiento del programa, pero me preocupa que el entrelazamiento con el resto del canon (series animadas, películas y cómics) escale hasta un punto en que The Mandalorian termine consumida por la galaxia perteneciente a The Walt Disney Company. Entiendo que ocurra, no sé si es algo bueno o malo, pero me gustaba la historia del Samurai solitario que si bien era parte de algo más grande, se mantenía como un grano de arena en el desierto.
En síntesis, me parece que el regreso de The Mandalorian es tal como se esperaba. Más de lo conocido junto a nuevos elementos que agrandan la mitología, de manera que tanto los seguidores de la saga como solo los del programa pueden disfrutar. Es evidente la conexión que se está haciendo con el universo expandido de Star Wars, tal vez sea algo inevitable, pero al menos sigue dentro del espacio en que puede moverse de forma independiente, y eso siempre se agradece.