[OPINIÓN] «The Mandalorian», mucho más que Baby Yoda.

La más reciente presa de las redes sociales ha sido «Baby Yoda», personaje que desde las últimas semanas está en el centro absoluto de memes, clips y todo tipo de ediciones. Sin embargo, a pesar de que el personaje -que aún no tiene un nombre, al menos oficialmente- ya es mundialmente conocido, no todos están al tanto del programa en el que aparece y menos de qué trata la historia que requirió de su presencia. Y es lamentable, porque The Mandalorian es mucho más que este verde e innegablemente tierno personaje.

Para poner en contexto, The Mandalorian es la primera serie original de Disney+ y también la primera de acción real derivada del universo Star Wars, fue creada y producida por Jon Favreau (Iron Man, The Lion King, The Jungle Book) y tiene como protagonista a un conocido nuestro: Pedro Pascal (Game of Thrones, Narcos). En términos generales (y aquí pequeños spoilers solamente del primer capítulo), el programa nos cuenta la historia de un cazarecompensas, a quien se le encomienda encontrar y entregar vivo a un «objetivo» de 50 años que, hacia el final del episodio, descubrimos que es nuestro pequeño y orejón amigo.

El show del servicio streaming del Ratón podría haber apostado por la carta fácil, invertir degeneradamente en efectos especiales, recurrir a clichés de la saga y descansar en lo que en alguna vez fue exitoso; sin embargo, sus creadores se dieron el tiempo de crear algo refrescante, novedoso, no necesariamente espectacular ni profundo, pero sí lo suficientemente atractivo y disfrutable tanto para audiencias viejas como nuevas.

Dentro de lo primero que llama la atención en The Mandalorian está el ambiente que crea. El programa utiliza principalmente recursos visuales y musicales para comunicar, tanto así que su protagonista casi no habla a lo largo del primer episodio. Los ocho capítulos se desarrollan principalmente en escenarios naturales, tanto desérticos como boscosos, pero también entre naves y viajes a través del espeacio. La banda sonora es un recurso que siempre está presente, y que en su tema principal busca reflejar un poco el carácter del protagonista, que oscila entre un yanero solitario y el héroe.

Además de los recursos comunicativos, en términos narrativos el show está distribuido con ocho capítulos que, salvo los 1-2 y 7-8, funcionan de forma casi independiente. Hay una leve continuidad argumental, sí, pero terminan cerrando el círculo que inician al principio; se presentan personajes de los que no sabes más, y principalmente sirven para desarrollar más la personalidad del protagonista. En este sentido la serie no tiene ninguna sorpresa, y si bien los episodios pueden terminar siendo reiterativos, la corta duración de cada uno (entre 30 y 45 minutos) hace que todo ocurra rápido y no haya mucho espacio para el aburrimiento. Así, The Mandalorian se presenta como uno de esos programas de antaño, que mostraban, semana a semana, las aventuras de enigmáticos héroes.

En términos argumentales, la serie protagonizada por Pedro Pascal nos presenta un contexto post caída del Imperio, en el que la sociedad galáctica aún no sabe muy bien como funcionar. Hay individuos que han dejado atrás sus viejos oficios para dedicarse a nuevas cosas, otros (como los cazarecompensas) que aprovechan la desaparición de los malos para poder traficar y enfrentarse con calma, y algunos que se resisten a dejar de lado sus pensamientos previos, utilizando el poderío militar que alguna vez tuvieron para adueñarse de aldeas o pueblos pequeños. En una entrevista a EW, el creador llamó a pensarla como una sociedad post Imperio Romano o la época del Viejo Oeste.

Si bien Jon Favreau crea lo anterior a partir del argumento de la trilogía original (especialmente del Episodio 6), lo cierto es que el contexto Star Wars es un detalle mínimo, se podría haber contado exactamente la misma historia con seres humanos en la Tierra o Elfos en la Edad Media. No es necesario haber visto las películas o ser conocedor del mundo de Star Wars para ver The Mandalorian. Con saber que hubo una dictadura (el Imperio) que fue derrotada escasos años antes, es suficiente.

Mi invitación es a verla. Si entra con el atractivo de Baby Yoda está bien, porque cada minuto que está en pantalla genera ternura por lo que hace y ansiedad por los peligros que pasa, sin embargo, también se encontrará con un producto que logra entretener. El primer capítulo no es una gran carta de presentación, porque la historia realmente comienza en el segundo, pero de ahí va subiendo en intensidad hasta encontrar su clímax en los últimos dos episodios. Por lo mismo, me parece que es una serie que engancha y se disfruta más si la maratoneas de una sola vez.

En conclusión, The Mandalorian es un interesante primer producto de la factoría Disney+, no sorprende porque no busca hacerlo; sino que tiene una propuesta concreta que cumple a la perfección. Es una serie que supo rescatar lo mejor de la creación de George Lucas, que entendió la esencia del mundo Star Wars para contar una historia refrescant; cosa que se extrañó con la última trilogía vista en cines.