Orange Is The New Black: Desde el encierro se vive la libertad total

Esta serie original de Netflix, ha logrado una gran audiencia y muchos comentarios en los distintos medios y redes sociales.  Lo más notorio es que esta serie creada por Jenji Kohan, la misma creadora de “Weeds” es una serie pensada y creada para verla a través de streaming por internet, y debido a que no hay ninguna cadena asociada, se nota la libertad que tienen para contar historias mucho más abiertas, con una libertad de expresión pocas veces vistas en una serie de ficción. Es una serie libre de prejuicios, de clichés, de personajes bonitos y perfectos. Es todo lo contrario a la típica serie gringa.

La historia es basada en la vida de la protagonista, Piper Chapman (Taylor Schilling), basado en la vida real de Piper Kerman, quien debido a un romance con una traficante de drogas, se mete al mundo del tráfico y hace de mula de las drogas. Después de años es condenada y es encarcelada justo antes de casarse con un hombre, y ya habiendo dejado esa vida al límite atrás.

La primera temporada se centra en la historia de Piper y los demás personajes son más secundarios. Pero en la segunda temporada Piper pasa a ser un personaje más dentro de este elenco casi coral, donde todos los personajes tienen la misma relevancia en la historia, y se nota que algunas empiezan a agarrar más fuerza y se destacan por sobre otros.

Lo fascinante de esta serie es que tiene muchos personajes y la historia se desarrolla muy a nivel coral, cada una con sus temas y sus preocupaciones. Hay de todo; de los más estereotipado como las  latinas y las afroamericanas, pero también hay personajes muy bien creados, con desarrollo dramático y muchas capas. Eso es lo que puedo destacar de esta serie, que logra desarrollar personajes secundarios tan potentes y tan poco típicos y obvios, que la historia recae en estos personajes para lucirse. Uno de ellos es Suzanne, “Crazy Eyes” (Ojos locos) un personaje complejo y muy bien creado. Así como también el de “Red” una rusa cocinera que tiene un imperio interno donde tiene un liderazgo potente, pero cuando pierde el trono, su vida se derrumba y arma los planes más malignos para volver a su reinado, que de paso, logra demostrar su humanidad, su ambición y sus miedos. Un personaje perfectamente logrado, porque nadie es tan malo ni tan bueno. Eso es lo maravilloso de esta serie y también lo complejo. Se supone que en la cárcel hay pura gente mala, pero acá vemos los diferentes rangos de maldad y bondad, las circunstancias que rodean a los personajes y a los hechos donde cometieron los crímenes o delitos, y el contexto de la vida de los personajes, con flashbacks a los momentos que rodean el momento del crimen. Eso también es algo notable que esta serie logra, ya que en vez de que los flashback al crimen o delito en sí, muestras circunstancias anexas que pueden ayudar a entender o describir al personaje sin ser tan literal. Pocas veces se muestra al personaje cometiendo el delito mismo, sino que es más que nada el relato del contexto y circunstancias.

Es una serie que mezcla humor con drama, pero siento que los momentos humorísticos están rodeados de drama. Por eso me llama tanto la atención que esté nominada a los Emmy como mejor comedia, ya que creo que en el fondo es una historia muy dramática.

Pero siempre es bueno que una serie tenga todos los elementos, y que te hagan pasar de la risa al llanto de un minuto al otro. Esa es la vida y lo que la hace más realista, versus las series que son sólo drama o sólo comedia, que son mucho más estereotipadas y extremas, lo que las hace menos reales.

Lo que me agrada de OITNB es que es una serie donde la calidad está en los personajes y en el guión, ya que teniendo una sola locación prácticamente, el encierro y la estructura de encarcelamiento, podría ser muy obvia, pero aquí cada personaje es un mundo propio que te hace imaginar una historia más amplia y real. El personaje bien logrado es el que logra resaltar, versus la chica bonita, o el personaje políticamente correcto. Aquí nadie funciona 100% limpio, y nadie está 100% equivocado. Todo tiene matices lo que logra convertirse en una serie muy amigable y abierta.