LA SIGUIENTE COLUMNA CONTIENE SPOILERS DE LA 2DA TEMPORADA DE «THE LEFTOVERS»
Escrita por @Pablethe
Cuando leemos el nombre de Damon Lindelof, lo primero que solemos sentir es cierta inquietud. Es cuestión de recordar el bullado final de Lost, el cual generó opiniones divididas: algunos lo amaron y otros lo odiaron. Es curioso que su nueva serie, emitida por HBO desde 2014, generara los mismos sentimientos durante su primera temporada. Recuerdo haber leído opiniones de personas que ni siquiera duraron el primer episodio de la serie y otros que simplemente se quedaron hasta al final y la amaron. Así es The Leftovers, una serie que no está destinada para un público masivo; si te gusta que las series tengan respuestas a todas las interrogantes planteadas, te lo advierto inmediatamente: esta no es tu serie. Pero hay que reconocer cuando se hacen bien las cosas, y a pesar de que The Leftovers es una serie que partió generando dudas, me atrevo a decir que su segunda temporada fue lo mejor que vimos en televisión este 2015 (si no estás al día con la serie, te aconsejo que te alejes inmediatamente de este artículo).
En 2014 dejamos la historia de Damon Lindelof y Tom Perrotta en el pueblo de Mapleton, cuando los Guilty Remnant hicieron recordar al pueblo completo a quienes habían desparecido durante la Ascensión (o The Sudden Departure, para los que prefieren la versión original), generando la ira colectiva de esta secta, donde los habitantes quemaron y destruyeron todo lo relativo a esa comunidad.
La segunda temporada retoma en el pueblo de Jarden, Texas, en donde ninguna persona desapareció durante The Sudden Departure, por lo que se ha convertido en un lugar de peregrinaje para muchas personas, en especial el parque que protege a este pueblo, denominado Miracle (o El Milagro). De hecho, personas acampan a las afueras de la ciudad con la esperanza de poder ingresar y vivir en este lugar algún día. En este pueblo viven los Murphy: John es el padre de familia, bombero, pero uno bastante particular. Suele castigar a todas las personas que dan a conocer al pueblo como un lugar especial donde ocurren milagros, llegando a situaciones tan extremas como quemar los hogares de esta gente… como dije, un bombero bastante particular. También está Erika, esposa de John, doctora, con una discapacidad auditiva y quien no se ve muy feliz en su matrimonio. Erika y John tienen dos hijos: Michela y Evie, quien sufre de epilepsia.
Retrocediendo un poco en el tiempo, antes de comenzar con la trama que tiene lugar en Miracle propiamente tal, vemos que no todo está saliendo de maravilla para Kevin Garvey, nuestro protagonista. Recordemos que en el octavo episodio de la primera temporada la líder de los Guilty Remnant, Patti Levin, se había suicidado en frente de Kevin cortándose la garganta. Kevin gradualmente comienza a tener ¿visiones? de Patti, llegando a tal locura de desenterrar el cuerpo, echarlo al pick-up de su camioneta y hacer que la policía lo detenga mientras suena la majestuosa canción “Where Is My Mind” de Pixies. Resulta curioso como ya a nadie le interesa lo que les ocurra a los Guilty Remnant; el hecho de que haya uno menos de ellos parece ahora prácticamente beneficioso para el mundo… nos volvemos fríos ante ciertas situaciones, se refleja nuestra indiferencia hacia muchas cosas que están ajenas a nosotros en la actualidad, cuando deberíamos preocuparnos por las personas, por lo que les ocurre, solidarizar con aquellos que lo necesiten. Creo que esa sociedad indiferente, que piensa que entre menos problemas genere un grupo, mejor será para todos, queda perfectamente reflejada en esta serie. Esa necesidad de querer tapar el sol con un dedo, de fingir que todo está bien, cuando en realidad estamos pésimo. ¿Por qué menciono todo esto? Pues por la indiferencia con que Kevin es absuelto de su crimen, como si sólo se tratara de un animal callejero a quien nadie le interesa.
También vemos cómo Nora ya ha comenzado a cuidar del bebé de Wayne, aquel enigmático personaje que con solo abrazar a las personas curaba todas sus dolencias sicológicas. Además, recibe una generosa oferta por su casa, por el simple hecho de que su familia completa desapareció el 14 de octubre. Según los científicos, The Sudden Departure ocurrió por un tema geográfico. ¿Será así? ¿O es simplemente una simple teoría que se tiene para poder dar explicación a un fenómeno que escapa de toda lógica humana?
Ya con los bolsillos llenos de millones, Kevin, Jill Garvey (hija de Kevin), Nora y Lily (la bebé) se mudan a Miracle. Y es aquí donde todo converge y comienza el caos. Porque en la misma noche en que los Garvey llegan a Miracle, la hija de los Murphy y dos amigas suyas desaparecen. Por supuesto, todos creen que es un nuevo evento de The Sudden Departure. Pero lo que ocurre durante esta noche no es explicado del todo hasta la final de temporada y, en mi opinión, en esto radica lo perfecto de esta segunda temporada. Se notó que para esta temporada hubo una planificación, todas las piezas calzaron al final y todos los personajes convergieron en un mismo lugar, considerando que Meg, ahora líder de los Guilty Remnant, Laurie, la ex-esposa de Kevin, y Tom, hijo de Laurie, en un principio se encontraban totalmente ajenos a la trama que ocurría en Miracle.
Resulta que, de alguna forma, Meg reclutó a la hija de los Murphy, Evie, para que ella y sus amigas formaran parte de los Guilty Remnant. Lo que ocurrió la noche de la presunta departure de Evie y compañía es que ellas simplemente lo fingieron todo. No desaparecieron de la faz de la tierra de un instante a otro, pero ¿qué llevan a unas adolescentes a hacer esto? ¿Qué tan infeliz te puedes sentir para llevar a cabo algo así? ¿Qué tan fuera de lugar te puedes sentir? El asunto se enreda aún más cuando Kevin decide suicidarse para poder matar en el ¿limbo? a Patti, pero tiene la mala suerte de encontrarse en el momento equivocado y en el lugar equivocado, puesto que ve a las chicas justo en el momento en que estaban fingiendo su desaparición. Para suerte de las chicas, Kevin estaba sonámbulo en ese momento y se lanzó con una piedra gigante amarrada a su tobillo al lago… y todo se vuelve a complejizar aún más, puesto el plan suicida de Kevin no resulta, ya que para su mala suerte el lago misteriosamente se drena y Kevin despierta de su sonambulismo y ve el Mercedes totalmente abandonado, cometiendo el estúpido de error de dejar marcada su mano en una de las ventanas del automóvil, lo que inculpará a Kevin en la presunta desaparición de las chicas.
Días después, con la ayuda del padre de John, Kevin se suicida (ahora sí le resultó bien) en una de las escenas más impactantes de la temporada ¡¿Qué serie (excluyamos de esta pregunta a Game of Thrones) mata al personaje principal en el episodio 7 de la segunda temporada, como si fuera un personaje más?! Sinceramente, cuando vi esa escena, quede totalmente en estado de shock. Fue realmente atrevido lo que hicieron los guionistas y lo mejor de todo, es que en ningún momento se sintió inverosímil, en ningún momento pensé “estos escritores ya no saben que inventar”… al contrario, mi reacción fue pararme del asiento y aplaudir por tan atrevida decisión, donde me preguntaba “¿y ahora qué?”. Y la respuesta a esa pregunta nos llevó a uno de los mejores episodios de este 2015 de todas las series y, quizás, uno de los mejores episodios de los tiempos, que nos dejó a todos atónitos y aplaudiendo como The Rock (si no entendieron, me refiero a este famoso gif): me refiero a International Assassin.
En International Assassin, el octavo episodio de la temporada, vamos directamente al purgatorio/limbo. Resulta curioso que Damon Lindelof recurra nuevamente a esta técnica, puesto que lo utilizó en la última temporada de Lost (los famosos flashsideways, qué, siendo sincero, no resultaron muy bien en aquel entonces), pero esta vez el resultado fue exponencialmente mejor (por cierto, es inevitable pensar en este episodio y no asociarlo a esta canción). Aquí, Kevin tiene como misión asesinar a Patti para que, de una vez por todas, deje de incumbirse en la vida del protagonista. Y lo logra, no sin antes pasar por un viaje que estremece al espectador en todo momento: un viaje totalmente poético, lleno de simbolismo y sintiendo compasión, no solo por Kevin, sino también por Patti.
Luego de estar ocho horas muerto (sí, ocho horas), Kevin vuelve del limbo/purgatorio/lo-que-sea-el-lugar-que- vimos-en-ese-episodio para hablar con John y decirle la verdad: su hija no desapareció misteriosamente, sino que fingió su desaparición. Lamentablemente, John, hombre poco racional, no le cree y le dispara a Kevin (aunque cualquier padre ante una situación similar probablemente haría lo mismo que John)… ¡lo que provoca que Kevin nuevamente vaya al limbo/purgatorio/lo-que-sea-el-lugar-que-vimos-en-ese-episodio! Y esta vez, para poder salir de ahí nuevamente, Kevin tiene que cantar: la canción escogida es Homeward Bound. Sin duda uno de los momentos más emocionantes del último episodio, donde se logra sentir una completa conexión con el protagonista y deseamos, al igual que él, que pueda ir a casa con las personas que ama. Sin duda, Justin Theroux se merece todos los reconocimientos habidos y por haber por esta excelente interpretación, y no solamente en aquel episodio, sino por todo el trabajo realizado durante esta segunda temporada.
Una vez que Kevin ha resucitado vuelto (por segunda vez) del limbo/purgatorio/lo-que-sea-el-lugar-que-vimos- en-ese-episodio, ve que el cerco que tenía la policía sobre el pueblo ha desaparecido luego de que los Guilty Remnant (entre ellos incluidos Meg y Evie) pasaran la barrera de seguridad y se adentraran en el pueblo, junto con las personas que esperaban a las afueras. Y es aquí cuando se produce otras de las maravillosas escenas del último episodio: el segundo encuentro entre John y Kevin. “I killed you” (“Yo te maté”) dice John. “Nop” le responde Kevin. Y esta escena se vuelve más maravillosa y desgarradora cuando John rompe en llantos y le dice a Kavin “I don’t understand what’s happening” (“No entiendo que está sucediendo”). “Me neither” (“Yo tampoco”) le responde nuestro protagonista, respuesta que nosotros también compartimos. No entendemos que ocurre en esta serie, pero sí sabemos lo desgarrador que puede llegar a hacer lo que nuestros personajes sienten, la angustia que viven. Lo magnifico de The Leftovers es la catarsis que produce. Nos sentimos conectados con cada uno de los personajes y sentimos aquella misma inquietud y temor constantemente. Y esa es la gracia de The Leftovers: como muchas cosas en la vida, en la serie tampoco encontraremos respuestas a los enigmas que nos presenta la vida.
Sin duda quedaron un montón de cosas fuera de esta recapitulación, como la historia de Matt o la nueva vida de Laurie y Tom, pero sin duda The Leftovers fue una de las mejores series que vimos durante este 2015 y se espera con ansias su tercera temporada, que por cierto, será la última, noticia que me generó sentimientos encontrados: por una parte feliz de que la historia no sea alargada innecesariamente y por otra parte triste, porque ya siento a estos personajes como parte de mi vida y será lamentable decirles adiós después de verlos en tantas desventuras. Y como leí en algún tweet por ahí hace un tiempo atrás, “ninguna serie actual está escrita, dirigida e interpretada con más compromiso y entrega que The Leftovers. Por eso golpea tan fuerte”.