[alert type=red ]El siguiente texto contiene spoilers del quinto episodio de The Leftovers[/alert]
El pasado domingo HBO transmitió el quinto capítulo de The Leftovers, extrañamente no tenía ninguna expectativa, más que ver por inercia la serie y fue mi capítulo favorito (desplazando al tercero). La trama comienza a tomar forma y los cabos se atan (en nudos mal hechos, claro), pero Lindelof nos pretende llevar por un hilo conductor interesante.
Una de las primeras imágenes que vemos es cómo atacan a Glorya (el capítulo lleva su nombre, aunque el sticker de Tv Tag mostraba a Laurie afligida), quien pertenece a la seudo secta de los Reticentes. Tres personas con el rostro cubierto la amarran a un árbol, le lanzan piedras en la cabeza y por más que ella rompe su voto de silencio y ruega por piedad, la hieren hasta matarla.
El primer sospechoso para el policía Garvey es el cura del pueblo, ya que los de blanco compraron su iglesia y lo dejaron sin su lugar más predilecto. A la vez, Garvey se derrumba porque asume su inminente divorcio y por fin entabla un diálogo de palabras amables con su hija. Luego, nos llevan a un par de escenas no muy productivas donde el policía se dirige a la lavandería de Mapleton a retirar unas camisas y el propietario de la tienda ni se molesta en buscarlas, haciéndolo sentir humillado. A la noche, Garvey cobra venganza bastante ebrio y se dirige al mismo negocio a encarar al tipo, quien le entrega sus camisas sin cobrarle un peso.
En tanto, vemos a Laurie afligida por lo que le sucedió a Glorya y sufre un ataque de pánico, por lo que Patti (una de las cabecillas de la seudosecta) la lleva a un restaurant y le ofrece salir de su mutismo por un día y así desahogarse. En ese instante conocemos la historia de Glorya, quien había perdido un hijo y que fue llevada por Patti al mismo lugar que la ex de Garvey a conversar, pero no pronunció ni una sola palabra. Laurie hizo lo mismo, mantuvo su «compromiso» de silencio absoluto.
Por otra parte, estatutos importantes del pueblo desean implementar un toque de queda para evitar más ataques, el cual no es instaurado por no contar con los votos suficientes. Luego de esa gran frustración, Garvey se debe enfrentar a conseguir el cadáver de Glorya para periciarlo, ya que fue trasladado a otro estado y fue dejado en un salón con muchos cuerpos sin vida cubiertos de blanco. Enigma del capítulo: Garvey habla con un policía por teléfono, quien le niega temporalmente la devolución del cuerpo inerte y a la vez le ofrece deshacerse de los problemas del pueblo, exterminando uno a uno a los fumadores que hablan con libretas, a lo que Kevin no acepta. Y bueno, uno de los momentos que pensé llegaría en el fin de temporada, fue la conversión absoluta de Liv Tyler a la seudo secta, usando un sharpie como método de comunicación.
¿Qué sabemos de la serie hasta ahora? Los Reticentes pretenden comprar gran parte de las propiedades de Mapleton para transformar lentamente el pueblo en un lugar blanquísimo y buscan nuevos adheridos. El sacerdote algo oscuro esconde (es muy némesis de John Locke de Lost) y claro está que será un personaje clave junto con Garvey Senior (papá del oficial), Meg (Tyler) comenzó una revolución sicológica silenciosa y Laurie tiene muchas más aristas que mostrar, ya que quedó de manifiesto que dudas no tiene respecto a su permanencia en el albo grupo.
Trivia no tan trivia: The Leftovers significa literalmente «Los dejados» y la traducción del libro que da vida a la serie se llama «Ascensión». Podemos convenir que ese título nos entregaría la respuesta al sospechos hecho que hizo desaparecer al 2% de la población, PERO, en el fondo de nuestras seriemaniacas mentes, sabemos que algo más se esconde y que probablemente nunca lo sepamos.