Es difícil comenzar ésta columna porque realmente tengo una maraña en la cabeza en el muy mal sentido. Empecé a ver Vuelve temprano en el verano devotamente, porque tenía una sinopsis no perfecta, pero sí atrayente y a la vez, porque extrañaba las nocturnas de TVN de los años gloriosos comandadas por Pablo Illanes como Alguien te mira, ¿Dónde está Elisa? y la un poco olvidable Conde Vrolock. Algo que me daba malas señales con Vuelve temprano es que la trama a ratos perdía sentido y el final fue la verdadera decepción, independiente de los spoilers que rondaban por internet, porque claro, hay un crimen de homicidio sin resolver de Ignacio (la actuación más olvidable de la teleserie completa, por suerte solo aparece en el piloto y uno que otro flashback) donde las pruebas se pierden constantemente, el detective Fuenzalida (Francisco Melo) tiene contacto permanente con el principal sospechoso, Hans (Santiago Tupper) o ‘Jan’ para los amigos, como si nada, ya que nunca hay cámaras en la brigada de investigaciones ni su teléfono está intervenido. Es tiempo perdido analizar cada punto absurdo en la trama, pero no puedo dejar pasar el desaprovechamiento de los personajes y sus historias, como Renata, quien mantiene una relación con su cuñado Santiago (Francisco Reyes) y paralelamente con el detective, ya que pudo manejar mucha información por involucrarse con las piezas claves del asesinato, sin embargo tiene un final olvidable: decide irse de la casa de Clara (Amparo Noguera) aludiendo a que siempre la envidiará y drama muy cebolla. Mi expectativa era que Renata tuviera directa relación con la red de explotación sexual, ya que fue un personaje potente, sin embargo el cierre de su historia ocurre sin pena ni gloria. No mencionaré al elenco joven, porque fue mero relleno entre las relaciones amorosas de Isidora (quien espera un hijo de Gabriel, mejor amigo de su hermano muerto, quien con casi 6 meses de un complicado embarazo decide hacer graffitis en medio de la noche y trepar muros para escapar) con Gabriel (quien pierde a su madre en misteriosas circunstancias, busca justicia en dos capítulos y luego lo supera de forma increíble continuando con su vida) y Felipe (personaje de Gurruchaga de quien solo recordamos sus coloridos pantalones). Por otra parte, estaba Pablo (quien un día estaba excelente y otro horrible por las drogas), Catalina (odiosa estudiante de periodismo) y Florencia (llorona hermana de Ignacio que siempre se inmiscuía en todo).
Es extraño que inflaran tanto la historia de Maite (Rivadeneira) con Francisco (Alonso), quienes al final de la teleserie se pierden, nunca más sabemos de ellos luego de aguantar 8 meses de peleas, ires y venires. Fue algo sobreactuada (y mala) la narración del asesinato de Ignacio realizada por Carvacho (Oviedo), la forma en que cae Hans, la muerte poco aprovechada de Denisse y del padre Miguel, los atisbos de una personalidad enfermiza de Santiago y la detención del ex comisario. Ni hablar de los últimos cinco minutos de la teleserie, donde Clara enfrenta a su marido Santiago, Antonio le pide morir a Carvacho, los Goycolea tienen a un nuevo ‘Nacho’ que les da nuevas esperanzas de un futuro y Santiago es detenido. Entiendo que existen finales abiertos, pero en Vuelve temprano se torna apurado, ridículo, muy a la rápida.
¿Tengo que escribir acerca de No abras la puerta? No entiendo si es una comedia o un drama: hay maltrato a la mujer y femicidios (larga vida al personaje más corto de la carrera de Carolina Arregui que nos marcará a todos) y por otra parte hay miraditas y mariposas everywhere musicalizadas con una repetitiva canción de ‘Bebe’. Ridícula es la nunca lograda declaración amorosa del personaje de Marcial Tagle al personaje de Luz Valdivieso y la premisa de la teleserie que es desconfiar de otros, siendo que Valdivieso ve una vez a ex Carvacho y ya andan para todos lados juntos sin siquiera conocerse.
Es sensacionalista que aparezcan titulares de que TVN lideró en sintonía siendo que el final de Vuelve temprano será recordado como uno de los peores de toda la historia de la humanidad y que el principio de No abras la puerta no impresiona a nadie, sobretodo por la resurrección de todos los muertos de la teleserie previa. A los productores y staff general de TVN: Hay cientos de actores allá afuera, convóquenlos, así no presenciaremos milagrosas apariciones de personajes ya muertos y que por lo demás, aburren de ver.