Game Of Thrones continúa haciendo felices a sus seguidores con unos sólidos primeros capítulos, aunque ninguna escena hasta el momento entra en los listados de lo mejor de la serie, podríamos decir que se está preparando el terreno para que estos momentos ocurran.
Los realizadores, los actores y todos aquellos que hacen posible que tengamos ante nuestros ojos la 5º temporada de GOT, han sido capaces de mantener la identidad y la calidad de la producción, mientras la historia sigue su curso natural. Aunque el tiempo continuó solo para nosotros, al verla sentimos que el último episodio de la 4º temporada solo lo vimos hace unas semanas atrás.
Los primeros capítulos cumplen el importante rol de rememorar las situaciones ocurridas en la temporada anterior, mostrar ser fieles y coherentes a la esencia de la historia, enganchar a la audiencia para querer ver lo que viene, prometer ser una excelente temporada y sobre todo, decir que aún la historia sigue viva. Game Of Thrones lo logra, y lo hace mirando hacia delante, avanzando, ya no hay tiempo para lamentarse de lo ocurrido ni llorar las muertes, hay que seguir sobreviviendo, confabulándose, traicionando, triunfando, luchando por el trono… ¿Por qué? Porque el invierno se acerca.
Los personajes tienen una esencia que nadie puede cambiar, pero contrario a esto ellos se encuentran en una constante evolución, mutando y adaptándose al presente para lograr las aspiraciones del futuro. En esta entrega veremos en los personajes nuevos e interesantes matices que ayudan a entender el universo individual de todos ellos, y esto hace que el vínculo espectador-personaje se vaya fortaleciendo cada vez más, para que cuando alguno deje de respirar abruptamente, nosotros perdamos el sentido de la vida.
Temporadas anteriores comentaba con un gran amigo como se puede manejar a tantos personajes interesantes sin que la historia se nos salga de las manos, y en cierta forma, acordamos que debe existir una historia/contexto que sea capaz de sustentarse por si sola/solo para que ningún personaje sea imprescindible. Game Of Thrones corre esencialmente por dos carriles, o dos planos… el primero, un plano más “paranormal” donde se enfrentan los dioses, los caminantes blancos y los dragones, y que transcurre en una temporalidad más extensa con ciclos más largos; y en el segundo plano, uno más inmediato, están los hombres y su lucha por el poder, los cuales de todas formas se vinculan con el primer plano, aunque no tienen mucho poder de intervención en éste.
George R. R. Martin es capaz de generar un desapego hacia sus personajes, ya que por más importante que sea éste, si muere, la historia puede continuar perfectamente, lo que le da una tremenda libertad para poder relacionarlos entre si o someterlos a las situaciones más extremas. Es como si pusieras a los personajes sobre una mesa con pendiente y los lanzaras hacia abajo para ver que resulta de esto. Todo es un juego, como aquel niño que construye una torre y luego la derrumba para 5 minutos más tarde estar dando una vuelta a la manzana en bicicleta.
Si esperas ver algo completamente nuevo o un cambio de paradigma en esta 5º temporada, te diré que seguirás esperando, quizás con la esperanza de que esto algún día ocurra, pero si lo que buscas este año es seguir con lo que te dejo la 4º entrega, te aseguro que no te sentirás defraudado. Game Of Thrones logró dar con la fórmula, una que funciona muy bien y que esperamos sigan utilizándola.
Los personajes que quedaron se continúan desarrollando y nuevos personajes comenzarán a perfilarse… ¿Cuántos crees que quedarán con vida cuando termine esta temporada?
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