Fargo Season 2 – La estética de la muerte

Creo que entender en profundidad la segunda temporada de Fargo se hace muy difícil sin haber visto la película (1996) y la primera temporada de la serie (2014). Esto se podrá discutir, pero para mi existe una continuidad conceptual y estética, que los hermanos Joel y Ethan Coen en 1996 y ahora junto a Noah Hawley en la serie de TV han querido dotar al universo de Fargo, y que es esencial al momento de comprender el planteamiento que se nos hace a los espectadores en esta segunda temporada.

“La muerte como un acto de solemnidad” puede ser un punto controversial. Mi intención no es realizar un juicio valórico sobre este tema ni menos entrar en debate sobre el morbo de ver la muerte o cómo se reacciona frente a ésta, si no que tomar la representación de la muerte, en una ficción, desde una perspectiva estética, y en Fargo esta representación se muestra con una calidad impecable.

Desde larga data el hombre ha representado la muerte en distintos formatos artísticos y desde distintos puntos de vistas, con diferentes intenciones, unas más violentas que otras, y por eso no sorprende ver actualmente en ficciones el asesinato de un personaje como algo normal. Entonces, si es tan normal todo esto ¿por qué hablar desde esta perspectiva? Pues porque la muerte por si sola no dice nada si no es contextualizada y relacionada a personajes con los que nos podemos vincular. Desde ese punto lo que nosotros hemos visto en Fargo (Película y serie) no es la muerte por la muerte, sino a personas que reaccionan frente a ésta de distinta forma, y que ciertamente puede ser una radiografía de las sociedades actuales dónde la lucha de poder de algunos de sangre fría, convive con la bondad de la gente común que no es capaz de matar ni a una mosca… y entre medio, están aquellos que se mueven entre la delgada línea que los separa y que sufren una transformación desde una aparente vida “normal” hasta la locura individualista de tener el permiso de hacer lo que sea con tal de cumplir los deseos propios. Si juegas con fuego ya sabes lo que te va a pasar.

En esta segunda temporada el ritual de la muerte se nos presenta con una estética maravillosa, los planos, la fotografía, los actores, la música, el arte, el montaje, etc… todo está trabajado con pinzas, con una intencionalidad de las cosas donde se nota que nada está sobrando, que todo está ahí por algo, un gran trabajo que se agradece muchísimo. Tan solo con ver la escena en la cafetería (S02xE01) nos podemos dar cuenta de esto y quisiera referirme en particular a esta escena tratando de no hacer muchos spoilers, si no algunos puntos que quisiera mencionar.

La escena inicia con Rye Gerhardt (Kieran Culkin) y un movimiento de cámara que se acerca rápidamente al personaje al momento de consumir cocaína antes de comenzar con el ritual, un efecto que nos transporta a la persona, en ese momento estamos con él, en ese momento somos el asesino… vemos lo que él ve, sentimos lo que él siente, no hay tiempo para distracciones, debemos cumplir nuestro cometido, no podemos cometer errores, el tiempo se deforma y debemos ser certeros, no se nos puede escapar nada. Que uno se sienta dentro de una escena es algo muy difícil de lograr y solo pasa cuando todos los recursos del lenguaje audiovisual encajan a la perfección, y esto es muy interesante en Fargo, pues ocurre en más de una oportunidad, como cuando Mike Milligan (Bokeem Woodbine) se encuentra con el Sheriff Hank Larsson (Ted Danson) en la carretera quién le pide su identificación, y es ahí cuando sentimos desde nuestros asientos que la tensión del momento está a punto de trizar nuestras pantallas, por nombrar otro ejemplo.

Volviendo a la escena de la cafetería, una de las cosas que me llamó la atención fue la malteada que estaba sobre una mesa, al comienzo me inquietó el protagonismo que se le daba ya que en la composición estaba muy bien ubicada, me llamó la atención por un momento pero luego le quité importancia y seguí el curso de la acción, después me di cuenta de la importancia de este vaso con leche y crema, pues al avanzar la escena el vaso cae y su contenido se comienza a mezclar con la sangre derramada. El contraste producido entre el blanco y el rojo es la representación de estos dos mundos que se enfrentan cara a cara, la violencia y la bondad, los que se empiezan a mezclar y que en poco tiempo cuesta definir cual es la línea que los separa, y es este concepto, representado en dos líquidos que se mezclan, lo que logra definir el concepto general de la serie… La pureza de la nieve blanca manchada por el color de la sangre, una ciudad apacible dónde nunca “ha sucedido nada” y que de un momento a otro se transforma en un campo de guerra, una persona aparentemente normal es corrompida por la muerte… eso es Fargo, de eso se trata.

Un manejo estético alucinante, un guión que promete una muy buena trama y una actuación de primer nivel, si está pensando qué ver… Vea Fargo, serie que se transmite por el canal FX y para Latinoamérica por OnDIRECTV .