Esto no es nuevo, ya que ha empezado a producir ficción original, Netflix ya ha hecho mucho por la diversidad. En su seno, obras destacadas y aclamadas como Dear White People (cuya tercera temporada se espera que esté firmemente establecida-, One Day at a Time y el insustituible Sense8. Es en esta trayectoria inclusiva que nace Special, su última incorporación, una serie con bajo perfil.
Special es la historia de Ryan Hayes, un joven de 20 años que acaba de conseguir una pasantía en Eggwoke, un pseudo-Buzzfeed totalmente ficticio. Él es abiertamente homosexual, vive con su madre sobreprotectora, tiene muy pocos amigos y lleva una vida diaria bastante monótona en general. Su particularidad es que tiene parálisis cerebral leve.
Hasta ahora, pocos personajes con discapacidad han aparecido en series de Netflix (y, no, Daredevil no cuenta por razones obvias). Con un enfoque suave y un tono ligero, Special pretende desdramatizar este aspecto, sin olvidar mostrar el impacto que esta discapacidad puede tener en la vida diaria de una persona.
Si la comparación con Atypical es obvia, al menos desde un punto de vista temático, Special debería ser aceptado más unánimemente. De hecho, cuando salió, Atypical había sido controversial, muchas personas afectadas por el trastorno del espectro autista estaban insatisfechas con la representación supuestamente distorsionada que ofrecía la serie.
Aquí, Special no debería estar bajo el fuego de ataques similares, ya que se basa en la vida real de su creador, Ryan O’Connell, quien detalló su experiencia en su libro autobiográfico I’m Special: And Other Lies We Tell Ourselves (Soy especial: y otras mentiras que nos decimos), publicado en 2015. Una honestidad que se siente casi instantáneamente al escribir la serie.
A través de sólo ocho episodios de unos quince minutos (sí, 15 minutos), Special nunca intenta utilizar la leve parálisis cerebral de su héroe como pretexto para la empatía. De hecho, Ryan es a veces terrible, especialmente con su madre a quien tiende a descuidar. No es una víctima, es un individuo normal, que tiene cualidades y defectos, que la serie no teme destacar. Su discapacidad funciona más bien como un telón de fondo, por lo que esta primera temporada prefiere centrarse en su vida profesional y amorosa.
Aquí es donde sobresale la serie, que se establece como un drama moderno que tiende a alejarse de los clichés, especialmente de los estereotipos de los hombres gays. El problema sigue siendo su formato excesivamente rápido: aunque estos breves episodios favorecen la observación compulsiva, Special sufre de un desarrollo menos narrativo que nos deja con hambre. Además, de la producción y de los conjuntos excesivamente sencillos se deduce que la serie se benefició de un presupuesto insignificante, lo que es una lástima.
En sí mismo, Special merece ampliamente nuestro interés porque es audaz en un tiempo récord, allanando el camino para una mayor inclusión con un tono asertivo. Ryan O’Connell ha reunido aquí los ingredientes necesarios para proponer un drama progresivo y refrescante, aunque su tema se beneficiaría de una mayor exploración. ¿En una temporada 2?
¿Dónde ver Special?
La primera temporada está disponible en Netflix.