[REVIEW] ‘Normal People’: El amor y nuestra cruda realidad

A veces las series parten lentas, a veces, cuesta enganchar con la historia, o cuesta enganchar con los personajes, pero acá ocuparon una técnica que es infalible; porque es imposible no enamorarse de Marianne (protagonista), desde el minuto uno del primer capítulo. Es adorable, potente, chora, inteligente y vulnerable, es un personaje totalmente exquisito que te dan ganas de conocer inmediatamente y como si no fuera suficiente, resulta ser atrayente, hermoso, cuidado e interesante. Ergo, partimos con el pie derecho con esta serie

Normal People es una serie irlandesa producida por la BBC, específicamente por la BBC Three que es la filial digital de la cadena británica. Es decir, esta serie solo se exhibió online y es suficiente. No necesitamos más que eso. No necesitamos bombos ni platillos, o sea, claramente no los necesitó si ya es considerada por muchos, como una de las mejores series del año. Esta es de esas historias normales, comunes y corrientes que a todos nos pasó, nos va a pasar o nos está pasando. Es tan fácil relacionarse y sentirse identificado con el contenido de esta historia; es del amor normal, el que viene y va. El que es traicionado, el que es oculto, el que nace donde menos lo esperas y muere cuando estas esperando algo más.

Además, tiene este drama medio tele novelesco, donde ves a estos dos personajes que se aman, y merecen estar juntos; porque funcionan perfecto de esta forma. Sin embargo, no se dicen lo que sienten porque tienen miedos, tienen trancas, tienen fantasmas, y ves a uno teniendo sexo con su novio, novio que no ama, pero que de alguna forma «funciona» para ese personaje; mientras ves al otro personaje solo esperando esa llamada o ese mensaje. Es eso lo que a uno como público le genera algo, te genera decir “¡Ámense y ya está! ¿Por qué chucha no están juntos?”. Esa técnica de darle al espectador toda esa información, toda esa vulnerabilidad de los personajes para que puedas sentirte más cercano a ellos, en esta serie se logra de una forma genial.

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Es bonito como los personajes van cambiando y madurando mientras pasan los capítulos, es una serie que va muy rápido. Parte en la época de colegio y uno piensa de inmediato que es la típica serie de amor juvenil, pero no. Rápidamente avanza, evoluciona y ves a los personajes en la universidad.  Van cambiando, y aprendiendo de sus errores, lo cual es casi angustiante, esto de ver cómo van madurando  tan rápido y tú no. Ellos van más rápido que uno. Y van haciendo el duelo de lo que les pasa, se van perdonando. Y no encajan perfecto, no son un puzle exacto donde todas las piezas calzan. Generalmente nada calza en la vida, lo único que importa es la determinación; las ganas de querer hacer las cosas y, sobre todo, esa conexión innegable que a veces hay entre dos personas. Esto no es amor a primera vista, ni el príncipe azul, ni esa idea del amor tan romántico y perfecto. Esto es real. Es normal.

Esta inhabilidad emocional de los personajes de no decirse las cosas es angustiante. ¿La híper sinceridad está acaso sobrevalorada? ¿Es así como debería ser?, ¿Guardarse un rato las cosas y no ser tan sinceros? Son unos idiotas que no se hablan y se guardan todo porque esperan que todo resulte mágicamente solo. Díganme romántico, inocente o soñador, pero soy de los que cree que estas historias tienen que funcionar.

A estos personajes los amas, los odias, cambian, prueban cosas nuevas, te sorprenden con sus decisiones. Te sientes mal por sus estúpidas resoluciones o orgulloso de sus actos maduros.

Esta serie te muestra de verdad como es la gente normal, la de la calle, la que conoces en Tinder o en la pega, incluso en un carrete. La gran cualidad de la serie es como lograron armar estos personajes tan reales capitulo a capítulo, estos diálogos que no salen de una novela antigua, sino, que salen de hoy y de cómo hoy 2020 nos relacionamos con alguien que encontramos, con alguien que enganchamos, con alguien que nos mueve el piso.

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Esta serie te hace llorar, te hace dudar, sentir culpable, recordar, proyectar, todos los sentimientos posibles. No cae nunca en lugares comunes, es una serie que se toma en serio todas las emociones. Hasta el sexo, que es un tema muy importante en la vida, se ve demostrado acá como es hoy en día. Tiene un cuidado y tratamiento por contar como es la vida sexual de nosotros, de las preguntas, de lo curioso que podemos llegar a ser, de las perversiones que queremos probar, y de las cosas que definitivamente no vamos a soportar. Cada encuentro sexual de esta serie es una búsqueda constante de placer, amor, lujuria o curiosidad. Es una búsqueda de encontrar el amor propio en el sexo.

Al final uno entiende que lo que está presenciando en esta serie, no es solo una historia de pareja, no es solo una historia de dos personas que se enamoran, no es solo una historia de dos pololos o personas que se gustan. Uno acá está en presencia de una historia de dos compañeros que son pololos, son partner, son amigos, son confidentes, son lo que al otro le falta para poder sentirse completo. Es amor en toda su expresión, es encontrarle la raíz al amor y calza perfecto en lo que la etimología define: a prefijo que significa sin, y mor que significa muerte.

Esta es una relación sin muerte a todas luces; es aceptar como somos, lo idiota que somos, que fuimos, y que vamos a seguir siendo también, lo orgulloso que podemos llegar a hacer cuando las cosas no resultan como queremos. O bien, lo decepcionado y tristes que nos podemos sentir, cuando el barco no avanza con el viento a favor y solo podemos sentarnos ahí a esperar que el viento pase, aunque no nos guste. Aunque nos de pena, aunque no lo queramos, hay que sentarse, esperar y abrazar la decepción. El gran Marcelo Bielsa lo dijo una vez: “Acepten la injusticia, traguen veneno, que todo al final se equilibra.”

Punto aparte de esta serie es la fotografía, que es exquisita, es tan sutil y delicada, trabajada con muchos contraluces, colores naturales y mucho sol de media tarde. Esta es la serie de los planos cerrados, del haz de luz que levemente entra casi al lente de la cámara, de los ojos de los personajes, sus expresiones, composiciones minimalistas, cuidadas e intencionadas para cada figura. Tiene locaciones hermosas de una ciudad escondida en Irlanda.

Es como si todo pasara en Villarrica o Puerto Varas. Mucho campo verde, ciudad alejada de toda urbanidad, donde los personajes caminan en una ciudad que pareciera que está vacía. Y hace pensar que quizás todo esto funciona como una pequeña metáfora de sus propios sentimientos, dramas y conflictos internos que los hacen sentir igual de solos que la ciudad que habitan.

Y por supuesto una de las mejores series del año no sería tal, sino tuviera una banda sonora excelente, llena de covers en tono acústico e íntimo que te ayudan a complementar estos sentimientos de amor, de duda e inseguridad que los personajes nos presentan. La clave y letra conocida de las canciones, nos ayuda a reincorporarnos y sentirnos parte de la historia, como si fuéramos nosotros los protagonistas de esta historia; una historia que seguro nos representa, nos encuentra y hace preguntarnos si en verdad: ¿Es esta nuestra historia?, ¿Nuestra serie?, ¿Nuestra temporada personificada y representada por nosotros mismos, estos idiotas emocionales que viven rodeados y sesgados de Gente Normal?

¿Dónde ver Normal People?

Desde el 16 de Julio estará disponible en la plataforma Starzplay.