El desafío de recrear los años 30 en la serie de HBO ‘Perry Mason’

Perry Mason, la nueva serie de HBO que emitió toda su temporada y está disponible en HBO GO y HBO On Demand, descubre el origen del abogado más exitoso de la ficción norteamericana del siglo XX. Para esto, la producción transporta a la audiencia a la década de 1930, en Los Ángeles, para lo cual los creadores de la serie realizaron una exhaustiva recreación de aquella convulsionada época. ¿Cuáles fueron los elementos claves para esta reconstrucción?

Esta mirada sobre el camino que recorrió Mason muestra una Los Ángeles del 1930 asediada por la gran depresión, rodeada de caos y habitada por una población en gran parte involucrada en actividades espurias. En ese entonces, la ciudad se veía plagada de corrupción policial y violencia. A pesar de la crisis, la industria del entretenimiento se mantenía a flote y Hollywood emergía a una velocidad a la que no todos podían seguir. El centro cosmopolita marcado por los automóviles, la llegada del cine sonoro y la opulencia de las fiestas con celebridades de los estudios contrastan con las granjas de los alrededores rurales y con las zonas azotadas por el desempleo, el hambre y la desesperanza.

En alrededor de seis meses de rodaje y cuatro de preparación, trabajando en mas de 130 locaciones, el equipo buscó mezclar el evento histórico que fue la expansión de Los Ángeles con la nueva presentación ante el público del personaje de Perry Mason.

La producción buscó que la audiencia tuviera una experiencia inmersiva, por lo cual recrear ese mundo a la perfección fue un gran objetivo durante todo el rodaje. Para empezar a delinear los detalles, se trabajó codo a codo con consultores, como el historiador William Deverell, y así encontrar el tono adecuado para la narración a través de las locaciones, el lenguaje y el vestuario.

Una de las locaciones más interesantes para filmar fue “Angels Flight”, el funicular que existe hasta el día de hoy ubicado en Bunker Hill, en el Downtown de Los Ángeles, y es un elemento protagónico en la serie. El funicular original ya no existe tal como estaba en ese periodo, por lo que, si bien el vagón es el original, se construyeron todos los elementos de alrededor, a partir de efectos visuales.

Otras de las escenas más interesantes para recrear fueron las de las trincheras de la guerra en Francia de 1916. Se eligió un terreno ondulado en el que se excavaron las trincheras durante dos semanas y se colocaron cráteres gigantes para simular la explosión de bombas, recreando un camino lleno de obstáculos para mostrar la crudeza de ese escenario que marcó una época muy traumática en la vida del joven Perry Mason.

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El templo de Sister Alice es otra locación clave para la serie. Construido en dos locaciones, con el interior creado a partir de un salón para eventos y la fachada en otro lugar, se ubicaron gradas para el coro alrededor de una tarima, apelando a una iluminación similar a la de un ring de boxeo, para concederle espectacularidad a los sermones de la Hermana interpretada por Tatiana Maslany.  Pero la recreación de época no solo se concentró en los escenarios, sino sobre todo en la expresión visual de la psicología de cada uno de los personajes, principalmente de Perry Mason, el héroe de esta historia que acarrea problemas de alcoholismo, un divorcio reciente, dificultades económicas y traumas de la guerra.

En cuanto al vestuario, se investigó muchísimo antes de comenzar con la producción de los trajes. Han sido muchas semanas de recolección de imágenes, tanto para los personajes como para la construcción de cómo eran los fondos en ese entonces. El objetivo fue presentar a cada personaje con claras razones para estar donde está, cada uno con su propia historia por detrás y, por ende, partiendo de un lugar único. En las escenas, se ven diferentes barrios con sus personas características, desde los glamorosos estudios de Hollywood definidos por el brillo y satén, hasta los impactos de la gran depresión, con personajes que cruzan estados sin comida o dinero. Las paletas y texturas bien específicas crean una impactante representación visual de estos mundos.

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Así nacieron los elementos más icónicos para el personaje de Perry Mason, como su sombrero fedora, destinado a convertirse en una extensión del cuerpo del personaje. Un elemento de su guardarropas que debía tomar vida, para el cual también se puso especial atención a la forma en que Matthew Rhys debía ponérselo y sacárselo con frecuencia, incluso imprimiéndole una mancha gastada por la repetición del movimiento a lo largo del tiempo. Hasta encontrarse el modelo adecuado, se probaron muchísimos sombreros, para que, junto con su chaqueta, fueran elementos visuales que definieran su estado de ánimo durante la mayor parte de la temporada.

De la misma manera, se construyeron los elementos característicos de los demás personajes clave. Las influencias para la caracterización de Sister Alice nacieron de una predicadora evangelista de la época en Los Ángeles, la hermana Aimee Semple McPherson. Para Della, se utilizaron referencias del fotógrafo George Watson de cómo lucían las secretarias de la época, aunque a la vez se buscó aportarle un look adelantado a la década para darle una impronta a su personalidad a lo largo de los episodios. Otra de las mujeres importantes es Lupe, para la cual se han considerado referencias a Amelia Earhart y a un grupo de mujeres piloto de la época, mientras se incluyeron joyas vintage y tapados de piel inusuales, para caracterizar adecuadamente a esta avanzada mujer.

Por último, la gran escala de producción necesaria para construir Perry Mason no fue un impedimento. Tanto los actores como los encargados de la producción coincidieron en que fue monumental. Un ejército de personas formó parte del trabajo de desarrollo y en algunas grabaciones llegaron a haber entre 350 y 450 extras caracterizados en el set.