[OPINIÓN] Hasta siempre, Defenders.
Con la confirmación de que Marvel’s Jessica Jones y Marvel’s The Punisher fueron canceladas se cierra oficialmente un ciclo. Si bien aún falta por el estreno de la tercera temporada de la serie protagonizada por Krysten Ritter, a estas alturas esos 13 episodios no serán más que una cortesía, un trámite del que más de algún ejecutivo querrá salir rápido.
Ciertamente no sabemos las causas reales de las cancelaciones. Especular es fácil: fin de algún acuerdo comercial, traspaso a la plataforma streaming que tendrá Disney; y los más soñadores podrían hasta decir que será para verlos en la gran pantalla. ¿Lo que creo realmente? Que no vale la pena buscar respuestas. Podemos sentir indignación, rabia, pena, twittear hasta que nos sangren los dedos; pero a estas alturas poco importa. Y sí, existe el antecedente de lo que pasó con Sense 8, pero en este caso hay una compañía mucho más grande involucrada en la ecuación.
Lo de Marvel y Netflix fue una apuesta, una que salió mejor de lo que muchos pudimos creer en algún momento. Parte de ese triunfo estuvo en que desde Marvel Television supieron elegir muy bien sus cartas. Con los millones y efectos especiales invertidos en el cine, se enfocaron en narrar situaciones interesantes, reales, que permitieran tanto entretener como generar reflexión. Se preocuparon de lo que siempre debiera ser lo más importante: la historia. A fin de cuentas ¿no se trata de eso todo esto? ¿de contar historias?.
Y es eso lo que más duele. Que estábamos ante productos buenos, de calidad, que demostraban que se pueden contar historias significativas con superhéroes como protagonistas. Estaban lejos de la perfección, sí, y también supieron de tragos amargos como el de Iron Fist, pero había una idea e identidad propia que valía la pena resguardar. Sobre todo en tiempos de estandarización y reproducción masiva de fórmulas probadas. No sé si necesitaban más temporadas, no sé si habrían mantenido la calidad, pero sí sé que merecían un cierre a la altura.
Pero como dicen por ahí, parte del camino es el final. Las historias fueron creadas y estarán a disposición para que las veamos una y mil veces. Podrán sacarlas de Netflix eventualmente, pero de seguro la Web se encargará de que no mueran.
Y cuando no sepa cómo actuar ante una situación compleja, de esas de las que la vida real está llena, dé una vuelta por Hell’s Kitchen, de seguro encontrará la ayuda que necesita.