No es fácil creer en la justicia en un mundo en el que no siempre se toma en serio a la víctima. En muchos países considerados civilizados, la condena de ciertos delitos -como la violencia sexual- a veces no muestra suficiente severidad o es el resultado de investigaciones sumarias. Ya sea por errores o por una mentalidad todavía demasiado arraigada, que hace dudar de la falta de consentimiento de la víctima, los numerosos casos de violación denunciados son la prueba de que es necesario que algo empiece a cambiar.
La historia de Marie Adler, contada en la nueva serie de Netflix Unbelievable, es un triste ejemplo de la falta de atención de un sistema de investigación que no puede ir más allá de los prejuicios y la confusión de la víctima para buscar la verdad.
Unbelievable -una miniserie de ocho partes creada y dirigida por Susannah Grant- muestra una narración con ritmos bastante lentos, capaz de explorar con precisión los aspectos investigativos y judiciales de la historia. A la validez del guión y a la actuación de los protagonistas, Kaitlyn Dever, Toni Collette y Merritt Wever, se añade la veracidad de los hechos contados.
Unbelievable cuenta la verdadera historia de Marie, una víctima de violencia sexual acusada de haber inventado la agresión. La escalofriante realidad de un caso de violación ayuda a alimentar la participación emocional del espectador, que se compadece de las víctimas y de las figuras involucradas en el intrincado caso.
Era una noche de agosto cuando Marie Adler (interpretada por Kaitlyn Dever) fue atacada en su habitación por un extraño disfrazado, atada, amordazada y violada. Después de ser liberada, la adolescente sólo advirtió a la policía después de intentar contactar a una amiga y a su madre adoptiva, pero durante la reconstrucción pudo proporcionar detalles inconsistentes. Esto suscitó muchas dudas entre los agentes que se ocuparon del caso, sospechas que llevaron a la hipótesis de que Marie lo había inventado todo. Era sólo el pasado de la niña, hecho de abandonos y desilusiones e intentos de llamar la atención sobre sí misma, que representaban el elemento más relevante para la acusación de falsos testimonios. Sólo una serie de ataques similares en Colorado empujó a la policía a evaluar el caso más cuidadosamente, terminando con la hipótesis de un violador en serie.
Después de When They See Us, un relato de un injusto asunto judicial transmitido por un clima tristemente racista, Unbelievable pretende subrayar el dolor de las víctimas ante la mala gestión de los testimonios y las pruebas. El guión, confiado al guionista que ya en el año 2000 se encargó de llevar a la gran pantalla la historia de Erin Brockovich, está basado en el artículo Una increíble historia de violación, de T. Christian Miller y Ken Armstrong, ganador del Premio Pulitzer en 2016.
La serie goza de grandes actuaciones. Por un lado, la determinación de las investigadoras Grace Rasmussen (Toni Collette) y Karen Duvall (Merritt Wever) simboliza la dedicación con la que muchos representantes de las fuerzas del orden están comprometidos en la lucha contra el crimen, buscando la verdad con honestidad y apertura de mente; por otro lado, Marie es el emblema de la víctima resignada, que se ve obligada a mentir para escapar de las presiones psicológicas de los agentes.
La narración con el pasar de los episodios va totalmente de uno de estos polos a otro, abarcando el caso en sus diversas facetas. El cambio de punto de vista da dinamismo a una serie que, a nivel rítmico, corre el riesgo de mostrarse a veces un poco lenta, pero que en sí misma no pretende explotar una narrativa acalorada para encadenar al espectador a la pantalla. El corte dramático domina a menudo al del crimen, requiriendo espacios más dilatados para la exploración cuidadosa de la interioridad de los personajes, especialmente de Marie. El sentimiento de impotencia de la adolescente frente a las acusaciones de falsos testimonios, acusaciones que subrayan lo absurdo de un mundo en el que es la víctima quien paga -a través del aislamiento, la difamación y la consiguiente depresión- más que el agresor real, es central en esta forma de denuncia contra un sistema desatento.
Unbelievable tiene muchos puntos en común con When They See Us, con el que comparte una clara queja a un sistema que no se responsabiliza de proteger a los inocentes ni de rehabilitarlos en caso de culpa. Marie Adler no sólo se enfrenta al trauma de la violencia sexual casi por su cuenta, sino que también está sometida a presiones psicológicas que la llevan a retractarse y admitir la falsedad del crimen. No es una discriminación étnica o de género la que empuja a la policía a atacar a la joven (aunque no se pueda considerar que el componente sexista que ve a las víctimas de violación a menudo citadas como poco fiables o mentirosas), sino graves errores de valoración y de justicia sumaria. Una niña problemática con un pasado muy difícil, Marie nunca parece sacudirse su legado como niña de acogida. La culpa de los agentes que la atacan es de los que no saben ir más allá de la apariencia y de los que consideran al ser humano como un número a analizar, un caso a resolver lo antes posible.
Un sistema de investigación racista y corrupto acá es reemplazado por un error predominantemente humano (pero no menos grave), representado por la falta de respeto por el trauma de una joven confundida, asustada y por el uso de un enfoque analítico que rechaza la escucha, la comprensión y la empatía. La profundidad de esta delicada y sensible denuncia hace de la serie una visión recomendada, tanto para los amantes del drama como del crimen. Aunque los ritmos ligeramente lentos no garantizan el mantenimiento constante de la atención, la excelente interpretación de su elenco y un componente emocional que no puede dejar indiferente contribuyen a hacer de Unbelievable una de las mejores miniseries del año.
¿Dónde ver Unbelievable?
La miniserie está integra en Netflix.