[REVIEW TEMPORADA 2] ‘Mindhunter’ sigue siendo una genialidad

Esta segunda temporada de Mindhunter ha tardado en llegar. Y no podía ser de otra manera para una serie que hace dos años sorprendió a cualquiera, desde todos los puntos de vista: idea básica, originalidad, ensayos de actores, puesta en escena -con David Fincher en el cargo de director durante la mayoría de los episodios no podía haber dudas- y profundidad psicológica.

Centrar una serie en el -verdadero- nacimiento del término asesino en serie y la creación de un nuevo enfoque para comprender y, en consecuencia, predecir ciertos comportamientos delictivos, es simplemente un golpe de genialidad. Todo el sistema de investigaciones se basa en la identificación del motivo y de ahí se vuelve al culpable, pero ¿qué se hace cuando el motivo se desvanece o incluso es inexistente? Es un tema irresistible y Mindhunter ha conseguido afrontarlo con claridad y encanto -a través de los ya famosos interrogatorios de asesinos en serie- maduro y nunca banal.

La segunda temporada, en Netflix desde el 16 de agosto, tiene la difícil tarea de no sólo confirmar toda la calidad del debut, sino también de mejorar el equilibrio entre una trama horizontal finalmente decidida y las extraordinarias «postales» representadas por los encuentros con algunos de los asesinos más famosos de la historia estadounidense. Por ahora parece que la dirección es justamente esa, debido a algunos acontecimientos que habían interrumpido abruptamente la primera temporada.

Encontramos, de hecho, a nuestros tres protagonistas en una condición no exactamente excitante: Holden (Jonathan Groff) está en el hospital tras el ataque de pánico causado por el encuentro demasiado cercano con el asesino Ed Kemper (Cameron Britton); Wendy (Anna Torv) está eufemísticamente decepcionada por el comportamiento de sus colegas, cada vez más desinteresada en las luchas internas de poder del FBI y fría especialmente contra Holden, cuyos métodos atípicos le preocupan constantemente; en todo esto Bill (Holt McCallany) está tratando de unir las piezas, con el fin de continuar la creación de un enfoque nunca antes visto y convencer a su nuevo superior de la validez de esta obra.

Los tres, a pesar de todo, son plenamente conscientes de lo fundamental que es su estudio, de lo mucho que puede marcar la diferencia. Quizás los motivos de algunos de ellos no siempre sean tan desinteresados, pero la utilidad es incuestionable. Y el comienzo de la segunda temporada no es más que un plácido reinicio, para recuperar la confianza con personajes, temas y situaciones. En definitiva, un pequeño caldero en el que mezclar todas las expectativas del nuevo ciclo de episodios: una relación de trabajo que parece cada vez más forzada, el estrés y las dificultades emocionales -así como la empatía- de Holden, la posibilidad de entrevistar a nada menos que al propio Charles Manson, para ampliar aún más el abanico de posibles sujetos de estudio. Sin olvidar a ese supuestamente misterioso asesino en serie (Sonny Valicenti) que sigue teniendo su pequeño espacio, cada vez más perverso, episodio tras episodio.

Cada pieza del rompecabezas está en su lugar, desde la mínima y aséptica puesta en escena que Fincher dio a su criatura hasta el elegante y fluido guión, y desde cierto punto de vista esta perspectiva es estimulante. Por desgracia, hay un aspecto que sería exagerado definir como «negativo», pero al menos con un regusto agridulce, es decir, que todo está exactamente en su lugar. Mindhunter es un producto único y en muchos sentidos excelente, pero ni siquiera una serie como ésta puede dormirse en los laureles: lo que nos da el inicio de esta esperada segunda temporada es la sensación de estar mirando algo de gran cuidado y nivel, pero sin una nueva chispa, esa locura sin precedentes que nos había enamorado. Y es la encrucijada a la que tendrá que enfrentarse el Cazador de Mentes, porque es cierto que se repite, pero sería un pecado mortal no ver todo su potencial extraordinario. Todavía hay una temporada por delante, ya lo veremos.

¿Dónde ver Mindhunter?

La serie está disponible en Netflix.