Dueños del paraíso: I’m in Miami b*tch

Después de escuchar por más de dos meses un trozo de ‘Hot stuff’ de Donna Summer con una imagen de Jorge Zabaleta y Kate del Castillo, ya era hora de que llegara Dueños del paraíso a las pantallas. Me cuesta la objetividad porque soy fan jurada, declarada y obvia de Pablo Illanes, de cada uno de sus trabajos literarios (mis más-más favoritos), televisivos (mis más favoritos) y cinematográficos (menos favoritos pero no quiere decir que no me gusten-culpo al género sangriento porque soy impresionable, muy). Hace cerca de un mes vi la filtración del primer episodio de Dueños del paraíso, que me pareció bueno pero un poco largo y luego, al ver el estreno en las pantallas de Tvn me llevo la grata sorpresa de ver una edición diferente, donde Modesta (la nana) prácticamente ni aparece y la madre de Anastasia (Kate del Castillo) tampoco, lo que hace que la historia se centre más en el personaje de Zabaleta, Conrado y en la amistad/sociedad que forja con Adán (José María Torre), donde éste último, lleva tan solo un par de horas en Miami y ya todo es una decepción: ni el lugar donde vive ni el trabajo que le habían ofrecido era el esperado. En paralelo, se desarrolla el cumpleaños de Anastasia, quien está casada con uno de los mafiosos más poderosos, Nataniel (Guillermo Quintanilla). Y es en ésta celebración donde ocurre una especie de ajuste de cuentas, donde hay muchas muertes, disparos por doquier, cadáveres y Nataniel huye, sin su esposa.

La primera vez que vi el piloto no oficial, me incomodaba la prosodia mexicana, los modismos y la forma de hablar de Zabaleta, que sale de lo unificado del reparto de la serie, pero luego uno se hace a la idea. Particularmente, me gustó el capítulo, engancha, es rápido, si bien (a mi parecer) siento que le falta fluidez en lo que a diálogos respecta, pero es la falta de costumbre de ver producciones latinas. El ritmo es agradable, la historia está bien contada, el piloto fue intenso, ‘tiró toda la carne a la parilla’, como todas las series de Illanes, que bordean la barbarie, pero es solo para mostrar de qué es capaz una producción chilena bien hecha, tranquilizándose (en alguna medida) en el desenlace y entregándolo todo en el final nuevamente. Sin embargo, en lo que a números refiere, al finalizar el episodio, marcó 7 puntos, contra los 29 de Mega (con un público fuertemente cautivo), lo que probablemente no es malo, pero tampoco lo esperado por Tvn, que por éstas fechas se encuentra alicaído, pero yo apuesto mis fichas por Dueños del paraíso, porque alude a una época distinta, una temática diferente y un género desigual a lo que ahora se está transmitiendo por la televisión abierta.

http://youtu.be/lYO8uZ-puGs